La República de Kiribati es un país que se encuentra en rincón extraordinario del mundo que no solo ocupa una posición única al abarcar los cuatro hemisferios, sino que también se enfrenta a un futuro sombrío debido al cambio climático. Este archipiélago, compuesto por 33 atolones y una isla volcánica en el vasto océano Pacífico, es un ejemplo de la fragilidad de nuestras tierras frente a los desafíos ambientales contemporáneos.
1Un país en peligro
El cambio climático no se limita a un aumento de la temperatura global; uno de sus efectos más devastadores es el incremento del nivel del mar. Para las islas de Kiribati, esto significa la inminente posibilidad de desaparecer bajo las aguas. Con una altitud promedio de solo tres metros sobre el nivel del mar, muchas de sus islas están en grave riesgo. Este fenómeno no solo amenaza la geografía de Kiribati, sino que también pone en jaque la vida y la cultura de sus más de 110,000 habitantes.
Kiribati tiene una rica historia que se remonta a siglos atrás, con influencias de diversas civilizaciones que han dejado su huella en la cultura local. Desde la llegada de exploradores españoles y portugueses en el siglo XVI, hasta la ocupación británica y los conflictos de la Segunda Guerra Mundial, el país ha experimentado una serie de transformaciones que han moldeado su identidad actual.