El salón de té La Moderna sigue siendo testigo de los enredos y dramas que definen la vida de sus personajes. En esta ocasión, Miguel y Trini enfrentan una nueva dinámica en su hogar tras aceptar a Cañete como huésped. Lo que parecía un acto de solidaridad tras el escabroso accidente de Cañete en su pensión se convierte rápidamente en una fuente de conflictos que pone a prueba la convivencia y la relación del matrimonio.
1La llegada de Cañete: un huésped incómodo
Cañete, tras perder su alojamiento, se instala en casa de Miguel y Trini. Aunque al principio la pareja decide ayudarlo por compasión, no tardan en darse cuenta de que vivir con él no será tarea fácil. Desde el momento en que llega con el retrato de su abuela como «souvenir», queda claro que Cañete tiene una forma peculiar de convivir.
La presencia del retrato se convierte en un elemento simbólico que refleja las tensiones que empiezan a surgir. Para Miguel y Trini, este objeto no solo ocupa espacio físico, sino también emocional, ya que evidencia las diferencias en la manera de llevar la convivencia.