Después de días llenos de villancicos, regalos y reuniones familiares, enfrentarse a la rutina puede ser un desafío, especialmente para los más pequeños. La vuelta al cole tras la Navidad no solo implica un cambio en horarios y actividades, sino también la necesidad de ayudar a los niños a adaptarse de manera positiva. Con algunos trucos prácticos, es posible transformar este proceso en una experiencia llevadera y, sobre todo, llena de sonrisas.
1Ajustar la rutina antes del primer día
Uno de los aspectos más importantes para facilitar la vuelta al cole es restablecer las rutinas de sueño y comidas antes de que terminen las vacaciones. En los días previos, es recomendable acostar a los niños más temprano y adelantar gradualmente los horarios de las comidas. De esta forma, el cambio no será tan brusco, y llegarán al primer día de clase más descansados y preparados.
Además, empezar a implementar horarios similares a los del colegio ayuda a que los pequeños se acostumbren nuevamente al ritmo diario, evitando que la transición se convierta en una fuente de estrés.