El precio de la luz está velando armas para dar una buena estocada al bolsillo de los consumidores en 2025. Los recientes datos que dicen que la demanda eléctrica ha vuelto a subir se han solapado con el fin de la tributación reducida al suministro; y por si todo esto fuera poco, el corte del tránsito de gas ruso a través de Ucrania se suma a la ‘fiesta’.
LA DEMANDA ELÉCTRICA VOLVIÓ AL SIGNO POSITIVO EN 2024
La demanda eléctrica nacional, después de dos años de caídas, registró un incremento del 1,4% en el conjunto de 2024 con respecto al ejercicio anterior, una vez tenidos en cuenta los efectos de la laboralidad y las temperaturas, según datos de Red Eléctrica.
En términos brutos, el consumo eléctrico a lo largo del año pasado alcanzó los 247.038 gigavatios hora (GW/h), lo que supone un crecimiento del 0,8% frente a 2023.
La demanda eléctrica venía de registrar dos fuertes descensos en los años precedentes, con una caída del 1,9% en el ejercicio 2023 y del 3,2% en 2022, y, a pesar de este repunte, se mantiene en unos niveles todavía muy bajos, incluso inferiores a los de 2020, cuando el Covid-19 llevó al confinamiento durante un periodo de ese ejercicio.
EN EL CONJUNTO DE 2024, LA DEMANDA ELÉCTRICA registró un incremento del 1,4% DESPUÉS DE DOS AÑOS CONSECUTIVOS DE DESPLOMES
En diciembre, la demanda eléctrica cerró el año con un aumento del 1,5% con respecto al mismo mes del año anterior, una vez descontados los efectos de temperatura y laboralidad. En términos brutos, se estimó una demanda de 21.473 GW/h, un 1,4% más que la de diciembre de 2023.
En el último mes del año, las renovables generaron 10.798 GW/h y alcanzaron una cuota sobre el total del 47,6%, mientras que el 67,1% de la energía eléctrica se produjo sin emitir CO2 equivalente.
La eólica, con una cuota del 23,1%, se mantuvo al frente de las tecnologías en el mix; seguida por el ciclo combinado (22,6%), la nuclear (18,7%) y la hidráulica, responsable del 11,2% del total. Por su parte, la solar fotovoltaica creció un 30,6% en diciembre y registró una participación del 10,8%.
ADIÓS AL IVA REDUCIDO EN LA FACTURA DE LA LUZ
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) dio un respiro a los consumidores el pasado julio, cuando el precio de la luz volvió a superar los 45 euros por megavatio hora (€ MW/h). El tributo bajó entonces al 10%, moderando significativamente las cuotas. Sin embargo, desde el 1 de enero el IVA ha regresado al temido 21%.
Las rebajas en el IVA de la luz fueron resultado del plan de emergencia diseñado por el Gobierno durante la fase más dura de la crisis energética declarada tras la invasión Rusa a Ucrania, cuando los precios llegaron a superar los 500 € MW/h.
Es precisamente el conflicto entre Moscú y Kiev el catalizador del tercer factor que va a impulsar al alza los precios de la luz en 2025: el fin del abastecimiento de gas ruso a Europa a través del subsuelo ucranio.
EL GAS RUSO Y SU INFLUENCIA
El precio de la luz es profundamente dependiente del coste del gas natural en el mercado. El motivo es que, a pesar de todos los esfuerzos y compromisos de transición energética, los hidrocarburos sigue teniendo un rol crucial en la generación eléctrica en todo el mundo.
Una importante fracción de la generación eléctrica global se hace a través de centrales de ciclo combinado, que utilizan gas natural como principal fuente de energía. Por consiguiente, las variaciones en el precio del gas repercuten directamente en la factura de la luz que pagan los consumidores.
Por este motivo, la confirmación de que Rusia no suministrará más gas a Europa a través de Ucrania no ha podido llegar en peor momento. El primer día del año que acabamos de estrenar, ambos países pusieron fin al acuerdo que permitía a Gazprom, la gasística nacional rusa, suministrar hidrocarburo al viejo continente mediante el gasoducto Ukraine Transit.
La noticia no tardó en hacerse notar en los mercados: el jueves 2 de enero, el TTF neerlandés, índice de referencia del combustible para Europa, marcaba máximos de un año al rozar los 50 € MW/h.