La Global System for Mobile Communications Association (GSMA), la asociación que aglutina a todas las compañías de telecomunicaciones del mundo, a la que pertenecen Telefónica, Orange y Vodafone y que organiza anualmente la Mobile World Congress en Barcelona, ha revelado que un tercio de los consumidores suele regalar teléfonos usados a amigos y familiares durante la Navidad, lo que es muy positivo en aras de la sostenibilidad y el reciclaje. Sin embargo, a las operadoras les preocupa que todavía el 75% de los usuarios de móviles en el mundo continúa almacenando dispositivos antiguos, lo que no es nada nuevo para esa sostenibilidad que las telecos buscan.
En España, las grandes operadoras como Movistar, Orange y Vodafone ofrecen a sus clientes programas de reciclaje de los móviles antiguos. Movistar, sin ir más lejos, cuenta con un sistema específico para que los usuarios puedan vender su móvil antiguo, que después desechan o reacondicionan según marca y modelos y sus posibilidades de tener una segunda vida útil.
Todas lo hacen de una u otra manera, porque además de ser una magnífica manera de poner en manos de personas con una economía más ajustada móviles de buena calidad que aún les queda mucho que dar, y que nuevos son muy caros, consiguen reciclar materiales, como los valiosos metales que forman parte imprescindible de su complicada tecnología.
No obstante, todavía el grueso de la población mundial no recicla su móvil antiguo en cuanto se hace con otro. Y es precisamente en las fechas navideñas, y en España en la tradicional fiesta de regalos de los Reyes Magos, cuando las cifras de móviles que se quedan en las casas fuera de uso y sin reciclar, abandonados en cajones, aumentan exponencialmente, según la GSMA.
En Reino Unido el 10% de los consumidores invierte en dispositivos reacondicionados, lo que supera con creces el promedio mundial del 4% en compras de dispositivos de segunda mano
La GSMA se ha dado cuenta que el afán reciclador no está tan extendido como sería deseable, aunque si observa un pequeño aumento de las compras de los dispositivos reacondicionados en estas fechas, porque las economías domésticas presionan para que cada día sea una de las opciones de compra para regalo, aunque no sea la sostenibilidad la que motive la adquisición.
En una encuesta realizada a 10.000 consumidores de 26 países, la asociación del sector descubrió que más del 40% de los teléfonos de todo el mundo se reutilizan mediante intercambios o entregas a otros usuarios. Uno de los países que ha destacado por sus cifras y en los que se ha fijado la asociación es Reino Unido, donde el 10% de los consumidores invierte en dispositivos reacondicionados, lo que supera con creces el promedio mundial del 4% en compras de dispositivos de segunda mano.
Las estimaciones del estudio arroja una sugerencia de proyección muy alentadora, en la que se vislumbra que el mercado de los smartphones usados eclipsará las ventas de teléfonos inteligentes nuevos en los próximos años, «ya que en 2023 se registró un aumento interanual del 6% en el mercado de teléfonos reutilizados y renovados, mientras que las ventas de dispositivos nuevos se deterioraron en un 4%».
GSMA Y LOS MÓVILES ABANDONADOS EN CAJONES
Mo obstante, aunque la tendencia es más que alentadora, la GSMA ha podido constatar que aproximadamente entre 5.000 y 10.000 millones de teléfonos usados permanecen inactivos en todo el mundo. Según su análisis, esto es así porque los consumidores conservan los dispositivos por razones que incluyen la falta de conocimiento sobre su eliminación y la posible pérdida de fotos y datos memorables.
Los usuarios a nivel mundial guardar «su vida y la de los suyos» en estos dispositivos, y la falta de destreza para almacenar los valiosos datos y recuerdos, o de gestionar las posibilidades de guardarlos en la nube, impiden que se desprendan de ellos con la celeridad que sería ideal.
La GSMA ha explicado que si se reciclara la mitad de la cantidad de dispositivos de esta estimación, se podrían recuperar materiales críticos por un valor de 8.000 millones de dólares.
si se reciclara la mitad de la cantidad de dispositivos de esta estimación, entre 5.000 y 10.000 millones de teléfonos usados, se podrían recuperar materiales críticos por un valor de 8.000 millones de dólares
No obstante, el aumento de las cifras de recuperación de dispositivo que se está produciendo muestra una positiva tendencia. La sostenibilidad, o la sustentabilidad, «gana prioridad particularmente entre los compradores de teléfonos inteligentes más jóvenes«, para quienes los intercambios en efectivo y la eliminación completa de datos «siguen siendo los incentivos más atractivos para el reciclaje de teléfonos».
En este sentido, el responsable de acción climática de la GSMA, Steven Moore, ha destacado después de analizar los datos de la encuesta realizada por el organismo la necesidad de encontrar «formas seguras y sencillas» de intercambiar teléfonos de manera «responsable». «Como se espera que estos mercados sigan creciendo, esto presenta muchas oportunidades para que las empresas innoven para satisfacer esta demanda», ha añadido.
Así, cabe la posibilidad de que los deseos para Papa Noel y las cartas de los Reyes Magos de este año y los siguientes ya recojan la palabra «reacondicionado» cuando se pida un móvil, porque la juventud es la más concienciada en materia de reciclaje y sostenibilidad.
Y los padres y madres también se están dando cuenta de que les sale a cuenta pedir a sus hijos que incluyan la atractiva y económica palabra en sus peticiones y redacciones destinadas a los seres mágicos que mayor consumo realizan de este tipo de dispositivos, de manera puntual, en estas fechas navideñas (dejando aparte, al menos en España, el periodo de las Primeras Comuniones entre mayo y junio de cada año).