La revolución en la que se ha convertido Leonor, un totum revolutum de seguridad y estrategias en el mundo nocturno. En los últimos meses, Leonor, la princesa de España, ha capturado la atención del público de una manera sin precedentes, generando una auténtica ‘Leonormanía’. Este fenómeno no solo refleja su creciente popularidad, sino también los desafíos que enfrenta en su vida pública. La Casa Real ha intensificado las medidas de seguridad para proteger a la joven, lo que ha llevado a situaciones sorprendentes en los locales nocturnos de Madrid.
8Intervenciones discretas pero efectivas

Una vez dentro, los escoltas se mezclaron con la multitud, actuando como jóvenes más, pero manteniendo una vigilancia constante sobre quienes intentaban reconocer a Leonor o tomar fotografías. Esta estrategia les permite monitorear la situación sin levantar sospechas, aunque su presencia es inconfundible para aquellos que están atentos.
Los escoltas tienen instrucciones claras: si alguien se acerca demasiado a la princesa o intenta capturar una imagen, deben actuar rápidamente. En ocasiones, los jóvenes que se acercan a Leonor son llevados a los baños del local bajo el pretexto de una conversación privada. Allí, se les solicita que muestren sus teléfonos móviles y eliminen cualquier fotografía que hayan tomado de la princesa. Esta medida, aunque puede parecer drástica, es parte de un protocolo diseñado para proteger la privacidad y la imagen pública de Leonor.