Las empresas de todos los sectores están inmersas en una irrefrenable fiebre por descarbonizarse a través de las energías ‘verdes’, motivadas por las cada vez más estrictas regulaciones. En el caso de los gigantes tecnológicos, como Google y Microsoft, la revolución renovable tiene otro acicate, si cabe, aún más apremiante: la descomunal demanda de potencia de la Inteligencia Artificial (IA).
Según informa BloombergNEF, el mercado de acuerdos corporativos de compra de energía (PPAs, por sus siglas en inglés) está entrando en una edad de oro, con volúmenes globales de acuerdos firmados que alcanzaron los 33.9 gigavatios en 2024 hasta octubre. Estos acuerdos -en los que las empresas aseguran un suministro de electricidad proveniente de parques eólicos, solares u otras formas de energía renovable- están en camino de superar el total de 46 gigavatios (GW) de 2023, marcando el octavo año consecutivo de récords.
La tendencia se desarrolla incluso cuando los republicanos de Estados Unidos, quienes gobernarán tanto el Congreso como la Casa Blanca a partir de enero, han prometido desmantelar inversiones basadas en principios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). No obstante, Estados Unidos sigue siendo el mayor mercado de PPAs corporativos, con 116 GW de acuerdos anunciados desde 2015, más de la mitad de la capacidad global.
Sin embargo, más regiones están uniéndose al mercado de PPAs. En Europa, Oriente Medio y África las empresas han firmado 11.5 GW de acuerdos este año, representando el 34% de la capacidad global, frente al 47% de Estados Unidos.
EL ACUERDO DE PARÍS CONSOLIDA LA REVOLUCIÓN DE LA ENERGÍA ‘VERDE’
Los PPAs están aumentando junto con las ambiciones de las empresas de alejarse de los combustibles fósiles y adherirse a los principios del Acuerdo de París de 2015, que exige alcanzar emisiones netas cero a mediados de siglo.
Las empresas también buscan ahorrar dinero fijando precios de la energía. En la Unión Europea, responden a la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que exige la divulgación pública de ciertos indicadores relacionados con el consumo energético. Para otras, es una forma de acercarse a sus objetivos de sostenibilidad y reducir sus llamadas emisiones de Alcance 2, que provienen de la energía que compran.
EL FUTURO: LA DIVERSIFICACIÓN TECNOLÓGICA
Además del aumento en los volúmenes, es probable que los PPAs corporativos adopten una variedad más amplia de formatos. La industria para estructurar acuerdos de energía limpia está trabajando en formas más creativas e innovadoras de diseñar estos arreglos.
Los compradores ahora están diversificando las formas de energía que adquieren más allá de los parques eólicos y solares básicos. Algunos incluyen almacenamiento en baterías para equilibrar los flujos durante el día. Otros hacen arreglos para manejar redes congestionadas o buscan energía en geografías menos saturadas. Estas medidas permiten que empresas grandes y pequeñas tengan más control en la adquisición de energía limpia.
Google y Microsoft están liderando el camino de la descarbonización tecnológica al equilibrar una demanda insaciable de energía, amplificada por la IA, con sus propios objetivos de sostenibilidad
Por ejemplo, las empresas tecnológicas están mostrando interés en formas de generación de energía anteriormente relegadas, como la nuclear y la geotérmica. Google y Microsoft están liderando el camino al equilibrar una demanda insaciable de energía, amplificada por la IA, con sus propios objetivos de sostenibilidad.
En 2024, estas dos empresas ya han contratado 1.3 GW de energía nuclear para sus centros de datos y otras operaciones. Microsoft y Meta también están desarrollando grandes proyectos geotérmicos, beneficiando no solo a sus operaciones, sino también a las redes eléctricas en general.
BloombergNEF resalta que las empresas de materiales han sido un héroe no reconocido en la adopción de energía limpia y la descarbonización industrial, siendo el grupo más grande de compradores en 24 mercados mundiales. Los PPAs corporativos serán fundamentales para apoyar la descarbonización del Alcance 2 de estas empresas, permitiéndoles ofrecer productos más ecológicos, como acero o aluminio ‘verde’, mientras reducen las actividades con mayor huella de carbono.