El Roscón de Reyes no solo es un dulce delicioso, sino que también está lleno de tradición y simbolismo. Su forma redonda representa el ciclo de la vida, y el hecho de que se coloque una sorpresa en su interior remite a la tradición popular de otorgar premios o bendiciones a quienes se atreven a enfrentar el reto de buscarla.
4Formando el Roscón de Reyes
Una vez que la masa haya reposado y haya doblado su tamaño, es hora de darle forma a nuestro roscón.
- Divide la masa en dos partes, formando dos bolas (puedes hacer un solo Roscón de Reyes grande si prefieres).
- Coloca una bola en una superficie limpia y, con las manos, empieza a darle forma de anillo. Introduce tus dedos en el centro de la bola y empieza a expandir la masa, dando forma a un rosco.
- A medida que trabajas la masa, ten cuidado de no cerrar el agujero en el centro. Una técnica útil es colocar un vaso en el centro (previamente aceitado) para asegurarte de que el agujero no se cierre mientras la masa sigue creciendo.
- Si quieres, en este momento puedes colocar una sorpresa dentro del Roscón de Reyes, como un haba o una figura pequeña. Tradicionalmente, la persona que encuentre la sorpresa será el «Rey» o «Reina» del día de Reyes. No olvides envolver la figura en papel film para evitar que la masa la absorba mientras fermenta y hornea.