La Dirección General de Tráfico (DGT) ha alertado con datos concretos sobre la actividad de los radares fijos en las carreteras españolas. Uno de los más temidos se sitúa en el punto kilométrico 20,2 de la M-40, muy cerca de Mercamadrid. Este radar ha registrado 118.149 denuncias solamente en el año 2023, lo que equivale a un promedio de una multa cada cuatro minutos y medio. Este hecho ha convertido a este dispositivo en el más ‘multón’ del país, desatando el miedo entre los conductores que circulan por esa vía.
La frecuencia de las infracciones ha puesto de manifiesto un problema subyacente, la falta de respeto a los límites de velocidad establecidos y la presión fiscal que esto genera sobre los bolsillos de los ciudadanos. La actividad de este radar particular se ha incrementado notablemente en comparación con otros radares, lo que ha suscitado un debate sobre la efectividad y la cantidad de dichos dispositivos a lo largo del país. Estos datos revelan no solo el comportamiento del tráfico, sino también la necesidad de una mayor concienciación entre los conductores respecto a las normas viales.
2COMPARATIVA CON OTROS RADARES DE ESPAÑA
El radar de la M-40 destaca entre otros dispositivos radiales en España, no solo por la cantidad de multas sino también por la evolución en la clasificación de radares a lo largo de los años. Durante 2017, el radar más activo fue el de la A-44 en Jaén, con 61.573 denuncias, mientras que en 2022, este mismo radar de la M-40 tomó la delantera en cuanto a multas. Esto sugiere una tendencia creciente en la velocidad con la que los conductores son sancionados en esta área específica.
La lista de los radares más activos en España incluye también puntos en Navarra y Málaga, pero ninguno ha logrado llevar a cabo tantas multas desde que se registran estos datos. Este fenómeno puede deberse a una combinación de factores, como la mayor presencia policial en otras áreas o la implementación de campañas de concienciación que buscan reducir la velocidad en lugares concretos. En cambio, el radar de la M-40 ha quedado como el principal foco de recaudación, generando dudas sobre la justicia de las sanciones.
