Benasque, ubicado en el Pirineo Aragonés, es uno de los destinos más destacados del Valle de Benasque, un enclave natural en el norte de la provincia de Huesca. Este destino se caracteriza por su combinación única de paisajes de montaña, pueblos pintorescos, una rica historia y una gastronomía de vanguardia que fusiona lo tradicional con lo moderno. Además, el Valle de Benasque ofrece una serie de actividades al aire libre, ideales para los amantes de la naturaleza, el turismo rural y el enoturismo.
En este artículo exploraremos los pueblos de montaña, el enoturismo en la región y la gastronomía que ha conquistado incluso los paladares más exigentes. Todo esto, en un viaje único por el Pirineo Aragonés, un paraíso por descubrir.
2Benasque: Un viaje en el tiempo
En el corazón del Valle de Benasque, el pueblo de Benasque es la pieza central del destino. Su evolución histórica lo ha convertido en un enclave clave en la región. Durante los siglos XVI y XVIII, Benasque vivió un auge económico gracias a su relación comercial con Francia y a la prominencia de la ganadería como motor económico.
Uno de los elementos más llamativos de Benasque es su arquitectura tradicional. Paseando por sus calles, los visitantes pueden admirar grandes casonas, torres medievales y iglesias que cuentan historias de tiempos pasados. Un ejemplo de ello es la Casa Yuste, una imponente torre de 18 metros de altura construida en 1567, que aún preserva su encanto medieval. Otro ejemplo es la Casa Regatillo, o Palacio de los Condes de Ribagorza, que data de 1560 y exhibe una fachada renacentista italiana.