Ahorrar dinero en la compra es una prioridad para la mayoría de las familias, especialmente en tiempos en los que los precios suben y la economía familiar se ajusta cada vez más. Sin embargo, según un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), lograrlo puede ser más difícil de lo que parece. Esto se debe a un problema persistente: un 20% de las etiquetas en los supermercados contiene errores, lo que dificulta comparar precios de manera correcta y efectiva. Este descubrimiento de la OCU destaca la importancia de prestar atención a ciertos detalles para maximizar el ahorro.
7Cómo afecta esto a tu bolsillo
Los errores en las etiquetas pueden parecer insignificantes, pero tienen un impacto acumulativo en el presupuesto familiar. Pagar unos céntimos de más por cada producto debido a un etiquetado incorrecto puede suponer una diferencia significativa al final del mes. Por eso, la OCU insiste en la importancia de que los supermercados cumplan con la normativa y proporcionen información clara y precisa a los consumidores.
En este contexto, optar por cadenas que tengan un buen historial en sus etiquetas, como Eroski o Bon Preu, puede marcar la diferencia. Estas empresas han demostrado un compromiso con la transparencia que beneficia directamente a sus clientes.