Ahorrar dinero en la compra es una prioridad para la mayoría de las familias, especialmente en tiempos en los que los precios suben y la economía familiar se ajusta cada vez más. Sin embargo, según un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), lograrlo puede ser más difícil de lo que parece. Esto se debe a un problema persistente: un 20% de las etiquetas en los supermercados contiene errores, lo que dificulta comparar precios de manera correcta y efectiva. Este descubrimiento de la OCU destaca la importancia de prestar atención a ciertos detalles para maximizar el ahorro.
2La importancia de las etiquetas correctas según la OCU
La OCU subraya que una indicación de precios precisa es más necesaria ahora que nunca, especialmente ante la creciente práctica de la «reduflación». Este término hace referencia a una estrategia común en la que los fabricantes reducen la cantidad de producto en los envases mientras mantienen el mismo precio, lo que disfraza las subidas de costos. Sin un etiquetado correcto, los consumidores no tienen forma de detectar estos cambios y acaban pagando más por menos.
Según la normativa, las etiquetas deben incluir tres elementos fundamentales: el precio del artículo, el peso o capacidad del envase, y el precio equivalente en una unidad de medida estándar. Además, esta información debe estar en un lugar visible, con una tipografía clara y sin errores de cálculo. Pero el estudio de la OCU mostró que, incluso después de años de exigir este estándar, muchos supermercados aún no cumplen con estas reglas básicas.