La ‘madre de todos los fondos’ a nivel mundial, la gestora Blackrock, ha recortado en casi un 7% sus participaciones cortas en la gasística española Enagás las últimas semanas, quitando así algo de presión a la precaria situación bursátil en que se encuentra la compañía.
La gigantesca entidad financiera estadounidense mantiene ahora una posición corta neta en Enagás del 1,63%, bajando desde el 2,12% que tenía en el mes de octubre, según los datos de Bloomberg.
No obstante, al menos cinco inversores mantienen hoy posiciones cortas en Enagás, según los datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Las posiciones cortas divulgadas representan 11,6 millones de acciones, o el 4,44% del capital en circulación de la compañía. Dentro de este tipo de posiciones bajistas, Blackrock tiene la participación más alta (1,63%). Las otras son las de Marshall Wace LLP (0,590%), Canada Pension Plan Investment Board (0,560%), Point 72 Europe (London) LLP (0,750%) y DME Capital Management, LP (0,910%).
Enagas pierde en los últimos cinco días más de dos puntos y medio porcentuales. su sangría se eleva al 16,5% en los últimos seis meses y al 24% en el año
EL LAUDO PERUANO NO SUAVIZA LA SITUACIÓN DE ENAGÁS
El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) ha dado la razón a Enagás en su litigio contra Perú y ha condenado al país sudamericano a pagar 194 millones de dólares (unos 186 millones de euros) -principal más interés- a la compañía española por el proceso abierto por el proyecto Gasoducto Sur Peruano (GSP).
Según informó Enagás a la CNMV, el organismo dependiente del Banco Mundial condena al país sudamericano por la violación del Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones suscrito entre la República del Perú y el Reino de España (APPRI Perú-España).
El Tribunal considera también que la inclusión de Enagás Internacional en la categoría 2 de la Ley 30737, que impide a la sociedad la repatriación de los dividendos de su participada Transportadora de Gas del Perú (TGP), constituye una violación del APPRI España-Perú.
LA RESOLUCIÓN FAVORABLE DEL ARBITRAJE CONTRA PERÚ NO HA ALIVIADO EL INCENDIO BURSÁTIL DE ENAGÁS, CUYAS PÉRDIDAS ANUALES ROZAN YA EL 24%
En concreto, la condena supone el pago de un importe de 176 millones de dólares, más un interés anual del 1,44% calculado de forma simple desde el 24 de enero de 2018 hasta la fecha de hoy y capitalizable semestralmente desde esta fecha hasta el pago de la indemnización, lo que supone ese total 194 millones de dólares a día de hoy, así como el 75% de las costas procesales.
Sin embargo, la buena nueva no ha apaciguado a los mercados, que no están siendo indulgentes con los títulos de Enagás. El pasado lunes, el rojo volvió a teñir su acción, desfondándose a mínimos de 2010; y en el conjunto de la presente semana ya ha perdido más de un 2%, hasta situarse por debajo de los 12 euros.
ENTRE LUCES Y SOMBRAS
A finales de noviembre, JP Morgan elevó la calificación de Enagás a Neutral, con un precio objetivo a finales de 2026 de 13,5 euros. El banco estadounidense valoró positivamente la venta de Tallgrass, realizada «a un precio sorprendentemente atractivo, lo que refuerza la narrativa de su negocio tradicional de gas».
El «generoso» dividendo de Enagás es otro de los aspectos que han impulsado la valoración de JP Morgan: «Al precio justo, el dividendo de Enagás rendiría un 7,4% durante el resto de la década, lo que ahora proporciona un sólido respaldo a las acciones, considerando un balance significativamente fortalecido».
El análisis, no obstante, matizó que el resultado del conflicto peruano, ahora desvelado, tendría una profunda influencia en el devenir de la gasística. A este respecto, Victor Peiro Pérez, de GVC Gaesco, apunta que «este laudo puede considerarse una victoria ‘a medias’ para Enagás, ya que la cantidad que la empresa tiene contabilizada a cierre de 2023 por este concepto asciende a 457 millones. La diferencia entre lo reconocido y lo contabilizado, es una pérdida contable que se recogerá en 2024, aunque al ser deducible fiscalmente, el impacto no recurrente, estimamos que será de unos 200 millones».