La adicción al estrés es un fenómeno complejo que ilustra cómo la dependencia puede manifestarse en formas que van más allá del consumo de sustancias o comportamientos compulsivos tradicionales. En esencia, se trata de un trastorno que está relacionado con una dependencia psicológica y fisiológica al estado de estrés, donde el individuo llega a necesitar la constante activación y tensión asociada con el estrés para sentirse funcional o realizado.
10SOMATIZACIÓN DEL ESTRÉS
La sintomatología somática también es común y puede tener un gran impacto en la calidad de vida de la persona. El insomnio, las cefaleas, las taquicardias, los problemas digestivos y las defensas bajas son síntomas físicos que indican que el cuerpo está bajo un constante estado de alerta y no tiene oportunidad de recuperarse.
El insomnio, por ejemplo, es una consecuencia directa de la constante activación del sistema nervioso simpático, que dificulta la relajación necesaria para un sueño reparador. Las cefaleas y taquicardias son respuestas físicas al estrés que indican que el cuerpo está en un estado de tensión constante. Los problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable, son también comunes entre aquellos que sufren de estrés crónico, ya que el sistema digestivo es particularmente sensible al cortisol.
Las defensas bajas son otro indicador importante. El estrés crónico suprime el sistema inmunológico, lo que hace que las personas sean más susceptibles a infecciones y enfermedades. Esta vulnerabilidad aumenta el riesgo de enfermedades crónicas y puede complicar la recuperación de enfermedades agudas.