La semana de la Navidad trae una agenda muy reducida, pues el miércoles es festivo en Europa y Estados Unidos, y el jueves tampoco habrá Bolsa en España, Francia, Alemania, Holanda e Italia, aunque Wall Street sí abrirá sus puertas.
Por el lado macroeconómico, lo más destacado vendrá de Estados Unidos y serán la Confianza del Consumidor de diciembre el lunes, los pedidos de bienes duraderos de noviembre y la balanza comercial de noviembre.
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El lunes 23 de diciembre se completa con los datos finales del PIB del tercer trimestre en España y el Reino Unido y el indicador de actividad de la Fed de Chicago de diciembre. El martes también tendremos el índice de manufacturas de Richmond de diciembre, el jueves los precios de la producción de noviembre en España y el viernes, la inflación española de diciembre y el PMI MNI de Chicago de diciembre.
Por el lado empresarial, la semana traerá los resultados de Limoneira, Xcel Brands Inc, Bancroft, CompuMed, Taylor Devices o Chill Brands y será la fecha ex dividendo en otras empresas tales como Ambev SA, Broadcom, BP, Altria, Philip Morris, Alico, American Tower, CME Group, Danaher, Medtronic, Ralph Lauren A, Royal Caribbean Cruises o Valmont Industries.
Valoraciones sobre Estados Unidos para 2025
Amadeo Alentorn (Jupiter AM) explica que “las bolsas, especialmente en Estados Unidos, están muy influenciadas actualmente por el sentimiento, presentan riesgo de concentración y, en nuestra opinión, amenazan con exceder las valoraciones razonables. Existen sesgos y riesgos ocultos en las bolsas mundiales.
En la recta final de 2024, las acciones estadounidenses están caras desde una óptica histórica. El PER ajustado por el ciclo del S&P 500 era de 38 a 1 de noviembre de 2024, cifra que duplica con creces su media a largo plazo.
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El PER ajustado por el ciclo, una ratio desarrollada por el profesor de la Universidad de Yale Robert Shiller, es una buena forma de comparar las valoraciones bursátiles a largo plazo. Está basado en los beneficios empresariales ajustados por la inflación de los diez años anteriores. Eso lo convierte en un indicador menos volátil que el PER, que está basado en los beneficios empresariales en periodos más cortos.
Los PER pueden regresar a su media. Mientras que los ingresos y beneficios de las empresas pueden crecer durante periodos prolongados (el resultado neto de 1.300 millones de dólares de Apple en 2005 se ha disparado hasta los 94.000 millones en 2024, frente a un máximo de 99.000 millones en 2022), de los PER no cabe esperar que suban indefinidamente. El PER no mide el tamaño o los beneficios de las empresas, sino que es un cociente entre dos magnitudes diferentes que mantienen una relación económica: la cotización y los beneficios.
Esa relación entre los inversores y los fundamentales empresariales que expresa el PER podría fluctuar a corto plazo y ser diferente en distintas clases de acciones (más alta en valores que crecen más rápido) y regiones (más alta en regiones económicamente más pujantes), pero contiene un elemento de regresión a la media. Aunque es elástico, el PER puede tensarse cuando alcanza extremos y puede volver rápidamente a la media.
El valor medio de 17,5 del PER ajustado por el ciclo del S&P 500 corresponde al periodo desde 1881. Si nos fijamos en un periodo más breve, por ejemplo 30 años, entonces la media sube y se sitúa en 28, pero incluso con esa comparación el valor actual se encuentra más de un 33% por encima del promedio.