El recién elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha echado mano de su habitual dialéctica de choque para dejar claro a Europa que solo tiene dos opciones: ser cliente de sus hidrocarburos o enemiga jurada. Sin embargo, y a tenor de los datos, es dudoso que las amenazas del dirigente norteamericano vayan a causar sudores fríos.
«Le dije a la Unión Europea que deben compensar su tremendo déficit con los Estados Unidos mediante la compra a gran escala de nuestro petróleo y gas. De lo contrario, ¡se aplicarán aranceles!», ha bramado Trump a través de la red Truth Social.
EUROPA, ENCANTADA DE PASAR POR LA CAJA DE TRUMP
Por lo que se extrae de la retórica adoptada hasta ahora por la cúpula europea, Trump no necesita recurrir a la coacción para vender su mercancía. Al otro lado del ‘charco’ tiene compradores complacientes y predispuestos.
A finales del pasado mes de noviembre, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, apuntaba que la estrategia europea para evitar una guerra comercial entre Estados Unidos y la UE podría pasar por ofrecer a su socio transatlántico comprar más productos estadounidenses, como gas o armamento, en vez de abordar las diferencias mediante represalias.
En este sentido, el vicepresidente del BCE, el español Luis de Guindos, expresaba esta semana su confianza en que finalmente «se imponga el sentido común» y subrayaba la importancia de que la UE y EEUU se sienten a negociar, ya que en una guerra comercial todo el mundo sale perdiendo.
TRAS EL TRIUNFO DE TRUMP EN LAS ELECCIONES, DIRIGENTES EUROPEOS COMO LAGARDE (BCE) Y VON DER LEYEN (COMISIÓN), PLANTEARON SUSTITUIR LAS IMPORTACIONES DE GAS RUSO CON GNL ESTADOUNIDENSE
También el mes pasado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, planteó la idea de que las importaciones de EEUU podrían reemplazar el consumo de Gas Natural Licuado (GNL) ruso por parte del bloque.
«El GNL es uno de los temas que abordamos», dijo von der Leyen tras una llamada telefónica con Trump. «Todavía obtenemos una gran cantidad de GNL de Rusia. ¿Y por qué no reemplazarlo con GNL estadounidense, que es más barato y reduce nuestros precios de la energía?».
EEUU ya es el mayor proveedor de GNL de Europa y también se ha convertido en un importante exportador de petróleo crudo en la última década, enviando variedades de densidad ligera y media a Canadá, así como a países de Europa y Asia.
No obstante, las importaciones gasísticas de Rusia siguen asentadas en el segundo lugar en los balances europeos. Los funcionarios de la UE están buscando formas de reducir el papel de Moscú a medida que continúa la guerra en Ucrania, aunque el gas de gasoducto y el GNL ruso están en gran medida fuera del alcance de las sanciones.
El bloque explorará posibles medidas cuando discutan un nuevo paquete de sanciones el próximo mes. Sin embargo, la imposición de restricciones estrictas sigue siendo complicada, según informa Bloomberg citando a una fuente que prefiere permanecer en el anonimato.
EL PEOR ESCENARIO: GUERRA COMERCIAL
La UE también se ha preparado para la posibilidad de que termine en una guerra comercial con Washington. Los funcionarios de la UE y los estados miembros se han estado preparando para una ofensiva comercial desde la victoria electoral de Trump el mes pasado.
El nuevo instrumento de defensa comercial de la UE fortalece las defensas comerciales y permite a la Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque, imponer aranceles u otras medidas punitivas en respuesta a tales restricciones políticamente motivadas.
El bloque también ha regulado los subsidios extranjeros, permitiendo a la Comisión evitar que empresas extranjeras que reciben ayudas estatales injustas participen en licitaciones públicas o acuerdos de fusiones y adquisiciones en el bloque, entre otras medidas.
EN 2017, TRUMP PILLÓ A LA UE CON LA GUARDIA BAJA AL IMPONER FUERTES ARANCELES AL ACERO Y ALUMINIO EUROPEOS
La UE fue tomada por sorpresa en gran medida en 2017, cuando Trump, citando preocupaciones de seguridad nacional durante su mandato anterior, impuso aranceles al acero y al aluminio europeos. Desde entonces, la UE ha reinventado su doctrina comercial y ha ampliado sus herramientas, desarrollando una variedad de opciones para contrarrestar prácticas coercitivas.
«Estamos bien preparados para la posibilidad de que las cosas cambien con una nueva administración de EEUU», dijo la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, tras una reunión del Grupo de los Siete (G7) en Italia a finales de noviembre. «Si la nueva administración de EEUU sigue una política de ‘América primero’ en los sectores de clima o comercio, entonces nuestra respuesta será ‘Europa unida'».
EUROPA DISGUSTA A TRUMP
El controvertido presidente estadounidense tiene múltiples quejas contra la UE y ha criticado a Europa por no gastar lo suficiente en defensa y por el déficit comercial entre EEUU y la UE. En una ocasión se refirió a Bruselas, la sede de las instituciones de la UE, como un «infierno»; y más recientemente afirmó que una vez le dijo a un miembro de la OTAN que dejaría que Rusia «hiciera lo que quisiera» con ese país si no alcanzaba los objetivos de gasto en defensa.
Trump ha amenazado con aranceles a países como China y Canadá, y se ha centrado especialmente en las naciones que tienen déficits comerciales con EEUU. Europa ya es el principal destino para el GNL estadounidense, con más de la mitad de las entregas dirigidas al continente el año pasado.