Los volantazos del Gobierno y sus socios con el ‘impuestazo’ a las energéticas han entrado de lleno en el terreno de la ironía. Este miércoles, mientras Hacienda se veía obligada a suspender su reunión con Podemos sobre el gravamen ante la incomparecencia del PNV y Junts, Repsol, la más acérrima opositora a la tasa, era condecorada por su intachable conducta tributaria.
En concreto, la petrolera ha sido distinguida con el sello Fair Tax Mark, que reconoce a las empresas que pagan sus impuestos de forma responsable en todo el mundo. La etiqueta es otorgada por Fair Tax Foundation, una organización sin ánimo de lucro que promueve la justicia fiscal y la transparencia en las prácticas tributarias de las empresas.
La conducta tributaria de Repsol, según los criterios de Fair Tax Foundation, cumple el «máximo estándar», destacando como la mayor empresa acreditada y la que más contribuye en materia fiscal, con una contribución fiscal total de 15.112 millones de euros en 23 países en 2023. La contribución fiscal directa de la energética ascendió a 4.226 millones de euros, mientras que los impuestos recaudados para terceros ascendieron a 10.886 millones de euros.
Repsol ha sido distinguida con el sello Fair Tax Mark, que reconoce a las empresas que pagan sus impuestos de forma responsable en todo el mundo
Esta contribución fiscal debe ser publicada país por país, un requisito del Fair Tax Mark para las empresas multinacionales. Sin embargo, en 2021, FTSE Russell descubrió que solo el 7% de las empresas estaban llevando a cabo esta práctica.
Repsol también ha destacado en otras áreas del Estándar Global de Negocios Multinacionales de la Fair Tax Foundation. La organización ha aplaudido la buena praxis de la petrolera española en aspectos como la publicación de compromisos sólidos en su política fiscal corporativa, adherirse al espíritu de la ley además de a la letra o evitar el uso de paraísos fiscales para actividades comerciales injustificadas.
El director ejecutivo de la Fair Tax Foundation, Paul Monaghan, puso en valor que «hay pocas empresas en el mundo que puedan compararse con la contribución al impuesto de sociedades y la transparencia fiscal de Repsol».
«Son líderes en todo, desde la divulgación de impuestos por país hasta la manera en que integran los impuestos con su gobernanza de la sostenibilidad y su código ético», añadió.
EL DUELO FISCAL DE REPSOL CON EL GOBIERNO
El gravamen especial del Gobierno a los beneficios de las energéticas, bautizado popularmente como ‘impuestazo’, generó una enorme crispación en el sector. Repsol alzó la bandera de los opositores al gravamen, hasta el punto de que Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, llegó a amenazar con retirar las inversiones de la petrolera en nuestro país si el tributo no era revocado.
La hasta hace poco ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, con el respaldo del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, inició una guerra dialéctica con Imaz y otros directivos ‘rebeldes’, acusando al consejero delegado de Repsol de «retardismo» y «negacionismo» respecto al cambio climático.
El Gobierno inició una ronda de conversaciones con las compañías con ánimo de llegar a un acuerdo, pero la negociación saltó por los aires cuando Podemos pactó con el PSOE impulsar una nueva proposición de ley que haga permanente el ‘impuestazo’ a cambio del apoyo de la formación morada a la reforma fiscal.
Este miércoles, 18 de diciembre, al término del pleno del Congreso de los Diputados, iba a tener lugar una reunión en la Cámara Baja para diseñar el encaje jurídico de la versión permanente del gravamen. El encuentro, sin embargo, ha sido cancelado después de que Junts y PNV confirmaran su ausencia del Grupo de Trabajo convocado al efecto por Hacienda.