Parece que el drama alrededor de Talgo se mantiene a pesar de los intentos del Gobierno de que la situación llegue a buen puerto, de ser posible uno español. El interés de Sidenor había calmado las aguas, con la empresa vasca presentándose como un caballo blanco con la capacidad industrial para resolver los principales problemas del fabricante de trenes; sin embargo, la lentitud de tomar la decisión, y los movimientos tanto de la Sepi como del Gobierno Vasco han hecho que otro jugador recupera su interés por los fabricantes de los trenes Avril.
Esta vez se trata del Fondo Polaco de Desarrollo (PFR por sus siglas en polaco), que se parece bastante a una SEPI polaca. Lo cierto es que no es un nuevo interés, la empresa pública de la nación europea tiene meses coqueteando de una forma u otra con el fabricante de trenes, al que en este momento ve como una buena solución para acelerar la construcción de una red de alta velocidad en su país. Pero en cualquier caso es imposible ignorar el hecho que ya son varios los intentos fallidos de hacerse con una Talgo que a pesar de su valor tiene un evidente problema industrial.
Polonia sería el cuarto pretendiente conocido este año, tras el interés de la húngara Magyar Vagon, vetada por el Gobierno español por la relación de la empresa con el gobierno de Orbán y la de este con el de Vladímir Putin, la checa Skoda, Sidenor y ahora son los polacos los que mueven ficha mientras que los vascos reclaman las pocas facilidades que ha dado el fabricante en el proceso.
La oferta polaca viene acompañada de un viejo conocido de Talgo, Pesa, su equivalente polaco con quienes firmaron un acuerdo de colaboración el pasado mes de septiembre. Es una empresa con la que la española ha mantenido una buena relación y a la que deberían empezar a vender trenes Avril desde principios del próximo año, es decir, en unos pocos días. En cualquier caso todavía se conoce muy poco de esta posible oferta y Sidenor solo ha insistido en la necesidad de revisar con calma la información del fabricante, que ha tardado en entregar, y aseguran es Talgo la que ha tardado en dar respuesta, quizás esperando una oferta más parecida a la opa húngara.
TRILANTIC QUIERE VER LA OFERTA POLACA ANTES DE DAR RESPUESTA
Lo cierto es que desde Trilantic, principal accionista de Talgo, han esperado a recibir la oferta del PFR antes de dar respuesta, aunque según El Economista ya la tendrían en sus manos. Desde el fondo de inversión ya se respondió de forma negativa cuando, en pleno proceso de la opa húngara, apareció la oferta de Skoda. Es evidente que prefieren una oferta más grande que el 30% que busca Sidenor.
La duda es, por supuesto, como puede reaccionar el gobierno al interés de otra empresa extranjera. El veto a la empresa húngara fue apenas hace unos meses, y aunque la relación con Polonia es mejor que la relación con la del país que gobierna Orbàn lo cierto es que muchas de las dudas que hay alrededor de la decisión se mantendrían en caso del interés polaco, y en este caso se trata además de una empresa estatal, por lo que en caso de un cambio de gobierno se pueden repetir los problemas que explican el veto a los húngaros.
En cualquier caso, de momento queda esperar para saber como reaccionan desde Trilantic, y como lo hacen el resto de los accionistas de Talgo. Lo que queda claro es que a pesar de los problemas del fabricante, que incluyen una nueva sanción de 116 millones de euros desde Renfe por el retraso de la entrega de los trenes, hay motivos para pensar que para quien la compre se tratará de una adquisición atractiva.
LOS SINDICATOS DE TALGO NO ESTÁN CÓMODOS CON LA OFERTA DE POLONIA
Los que no ven con buenos ojos la oferta polaca son los sindicatos de Talgo. Lo cierto es que estos ya habían mostrado preocupación por la posible adquisición de la empresa por parte de Magyar Vagon, y la preocupación se repite ante la oferta del PFR como lo han hecho saber, insistiendo en que los mejor sería una oferta de Sidenor.
«Esta posibilidad está generando incertidumbre y rechazo entre la plantilla dado que, con este tipo de operaciones, se aumenta el riesgo de deslocalización de la producción y se abre la vía a un posible traslado de las áreas de I+D y de la sede social fuera de España», asegura UGT-FICA al respecto. Además, reclama a la dirección de Talgo «la máxima claridad e información precisa y completa».
En este sentido, el sindicato destaca que Sidenor es una empresa industrial española «que mantiene unas buenas condiciones laborales para sus trabajadores y que puede dar solución a la falta de capacidad productiva de Talgo».