La búsqueda de la felicidad ha fascinado a científicos, filósofos y psicólogos durante siglos. Sin embargo, según la Universidad de Oxford, la clave para alcanzar este estado no siempre se encuentra en grandes logros o eventos extraordinarios. En un estudio revelador, los investigadores han identificado que un gesto tan simple como una caricia o un abrazo puede tener un impacto profundo en nuestro bienestar emocional. Estos actos cotidianos no solo fortalecen los lazos humanos, sino que también son capaces de llenar de felicidad tanto a quienes los dan como a quienes los reciben.
5La felicidad como hábito diario
Incorporar abrazos y caricias a nuestra rutina diaria puede ser una herramienta poderosa para cultivar la felicidad. Según los expertos, estos gestos no solo fortalecen los lazos familiares y sociales, sino que también tienen un efecto acumulativo que mejora nuestra percepción de la vida.
Convertir estas pequeñas acciones en un hábito no requiere grandes esfuerzos, pero sí un compromiso consciente. Mostrar afecto regularmente no solo beneficia a quienes nos rodean, sino que también nos ayuda a conectar con nuestras emociones y a encontrar satisfacción en los momentos más simples.