La crisis de Credit Suisse: lecciones y recomendaciones para el futuro del sistema financiero suizo
La reciente crisis de Credit Suisse, que culminó en su absorción por UBS en la primavera de 2023, ha revelado profundas fallas en la gestión bancaria y en la supervisión financiera de Suiza. Este artículo explora los hallazgos de la Comisión de Investigación del Parlamento suizo, que ha llevado a cabo un análisis exhaustivo sobre los factores que desencadenaron esta crisis, destacando la importancia de efectuar cambios estructurales en la regulación financiera del país.
Factores clave en la crisis de Credit Suisse
La investigación ha puesto de manifiesto que la crisis no fue provocada por circunstancias externas, sino que fue el resultado de “años de mala gestión” por parte de los responsables de la entidad. La responsabilidad de la pérdida de confianza en Credit Suisse recae directamente en su junta directiva y ejecutiva. A pesar de las múltiples advertencias y la intervención del Organismo Suizo de Supervisión Financiera (FINMA), la entidad hizo caso omiso a las recomendaciones que se le formularon en reiteradas ocasiones.
Entre los factores que contribuyeron a la crisis, se destacan:
- Mala gestión: Las decisiones inadecuadas y la falta de estrategia a largo plazo por parte de la alta dirección fueron determinantes en el deterioro de la confianza.
- Flexibilización de los requisitos de capital: La decisión de la FINMA de relajar los estándares de capitalización permitió que el banco asumiera más riesgos de los que su salud financiera podía soportar.
- Deficiencias en la supervisión: La falta de eficacia en la supervisión bancaria permitió que Credit Suisse operara sin las salvaguardias necesarias para mitigar el riesgo de crisis.
Críticas a la labor de FINMA y las autoridades financieras
Aunque la investigación no encontró “mala conducta” por parte de las autoridades, sí critica la manera en que han manejado la regulación y supervisión de las instituciones financieras. La Comisión ha señalado que:
- “La coordinación entre las distintas autoridades no es óptima”: Se identificó una falta de comunicación efectiva entre las diferentes entidades reguladoras, lo que dificultó la detección de signos tempranos de la crisis.
- Legislación TBTF: La normativa sobre “Bancos Demasiado Grandes para Caer” se centró demasiado en el contexto nacional y no en las interdependencias internacionales. Esto resulta esencial para una gestión de crisis más eficaz.
Recomendaciones para un sistema financiero más robusto
El informe concluye con una serie de recomendaciones para evitar que una crisis similar se repita en el futuro. Las principales sugerencias incluyen:
- Mejorar la regulación TBTF: Se propone un enfoque más internacional en la legislación TBTF, tomando en cuenta las interrelaciones con otras economías y sistemas financieros globales.
- Establecer requisitos de capital más estrictos: La Comisión insta a limitar la futura flexibilización de los requisitos de capital y liquidez, asegurando que las entidades financieras posean los colchones necesarios para afrontar crisis imprevistas.
- Fortalecer la supervisión bancaria: Se recomienda mejorar las normas de supervisión, así como una revisión de las directrices en relación a las auditorías, garantizando una mayor transparencia y responsabilidad.
- Fomentar una mejor coordinación entre autoridades: Es esencial optimizar el intercambio de información entre las diversas entidades reguladoras y el Consejo Federal para asegurar una respuesta efectiva en situaciones de crisis.