Meghan Markle y el príncipe Harry atraviesan uno de los momentos más críticos de su vida profesional, y la situación podría marcar un antes y un después en su relación con los gigantes del entretenimiento. Después de casi cinco años de vivir alejados de la familia real británica y centrarse en construir una nueva vida en Estados Unidos, los duques de Sussex podrían enfrentarse al fin de su lucrativo contrato con Netflix, lo que dejaría en el aire su futuro en la industria del entretenimiento. La reciente polémica en torno a su documental Polo, estrenado este mes en la plataforma de streaming, ha puesto en duda su capacidad para generar contenido relevante, y las críticas no han tardado en llegar desde los medios británicos y estadounidenses, señalando fallos tanto en la producción como en la implicación de la pareja.
1El escándalo sobre Meghan Markle
El documental, que busca explorar el mundo del polo, un deporte asociado tradicionalmente a las clases más altas, ha sido duramente criticado por su falta de profundidad y su enfoque limitado. Harry y Meghan aparecen brevemente en el quinto y último episodio, algo que ha dejado insatisfechos a sus seguidores, quienes esperaban una mayor implicación por parte de los duques. Críticos como los de The Telegraph y Mail on Sunday no han dudado en calificar la producción de «tediosa» y «banal», subrayando que el documental no ha logrado conectar ni con el público ni con la crítica. Este revés podría poner en peligro futuros proyectos de la pareja, ya que el contrato multimillonario que firmaron con Netflix en 2020 está próximo a expirar.
La situación es especialmente delicada para Meghan Markle, quien, según diversos medios, llevaba tiempo trabajando en un proyecto propio con Netflix enfocado en la cocina, la jardinería y el estilo de vida. Este programa, que debía ser una especie de ventana a las pasiones personales de la exactriz, podría ni siquiera llegar a estrenarse, según han señalado fuentes cercanas a la plataforma. Una fuente citada por MailOnline afirmó que el proyecto está en una situación incierta y que, de lanzarse, sería decisivo para el futuro de la pareja con Netflix. Si el programa de Meghan fracasa, el gigante del streaming podría optar por no renovar el acuerdo con los Sussex, cerrando la puerta a más colaboraciones de gran envergadura.
El contrato original de Harry y Meghan con Netflix, firmado poco después de su salida de la familia real británica, ascendía a 100 millones de dólares y debía durar cinco años. Sin embargo, durante ese tiempo, la pareja ha producido relativamente poco contenido. Su primera gran producción, el documental Harry & Meghan, exploraba los conflictos internos de la familia real británica y su salida de la monarquía, generando un gran revuelo mediático pero dividiendo a la audiencia. Desde entonces, las expectativas sobre su capacidad para producir contenido interesante y relevante han disminuido, especialmente tras el fracaso de Polo. Esto ha llevado a expertos de la industria a especular que, aunque Netflix podría ofrecerles acuerdos puntuales en el futuro, es poco probable que se repita un contrato tan lucrativo.
El declive en la relación con Netflix se suma a la ya compleja situación que enfrentaron tras el fin de su contrato con Spotify el año pasado. La plataforma de streaming de audio, que les había firmado por 15 millones de libras, decidió no renovar su acuerdo debido a la falta de resultados consistentes. Esto dejó a los Sussex en una posición vulnerable, dependiendo casi exclusivamente de su contrato con Netflix para mantener su posición como figuras mediáticas relevantes en Estados Unidos. Sin embargo, ejecutivos de la industria han señalado que las oportunidades para la pareja podrían seguir reduciéndose si no logran revertir la percepción de que son «complicados» para trabajar y que «los resultados no justifican el esfuerzo».
En este contexto, la presión recae especialmente sobre Meghan Markle, quien ha sido vista como la principal impulsora de los proyectos de la pareja en Hollywood. Según los informes, Meghan habría estado trabajando en su programa de estilo de vida durante meses, con la esperanza de que se convierta en un éxito y demuestre su valía como creadora de contenido. Sin embargo, las críticas recibidas por Polo han puesto en duda su capacidad para conectar con el público, y fuentes cercanas a Netflix han advertido que el programa de cocina de Meghan será su última oportunidad para demostrar que merece un lugar en la plataforma.