Los planes de pensiones de empresa están experimentando una importante transformación en España. Según los últimos datos, solo un 11% de los trabajadores españoles cuenta actualmente con un plan de pensiones empresarial, una cifra que las gestoras pretenden incrementar significativamente.
El 40% de las firmas especializadas apuesta por implementar sistemas de adscripción por defecto, siguiendo el modelo exitoso del Reino Unido. Esta medida, junto con mayores incentivos fiscales tanto para empresas como trabajadores, se perfila como la estrategia más efectiva para impulsar estos productos financieros.
Las gestoras coinciden en que la exención total de cotización a la Seguridad Social para las aportaciones empresariales sería el incentivo más eficaz, respaldado por un 85% de las entidades. Este beneficio, que estuvo vigente hasta 2012, podría revitalizar significativamente el sector.
En cuanto a los planes individuales, existe una demanda generalizada por recuperar los límites de aportación de 8.000 euros anuales. El 71% de las gestoras considera este cambio como fundamental para regenerar el interés en estos productos financieros.
Tendencias y perfil del partícipe actual
El panorama actual muestra algunas tendencias significativas:
- Los planes de renta variable mixta se posicionan como los más demandados
- El perfil medio del partícipe tiene entre 56 y 60 años
- La inversión media en planes individuales oscila entre 9.000 y 12.000 euros
- En planes de empresa, el volumen medio asciende a 15.001-25.000 euros
Las previsiones para 2024 indican que un 67% de las gestoras anticipa un volumen de aportaciones netas negativo, siendo el tercer ejercicio consecutivo con esta tendencia. Un 38% prevé caídas superiores a las registradas en 2023, cuando se retiraron 1.130 millones del sistema.
En cuanto a la sostenibilidad, el 62% de las gestoras ofrece planes que incorporan criterios ESG, aunque la demanda de estos productos no ha experimentado un crecimiento significativo según el 71% de las entidades.
El nuevo supuesto de liquidez a 10 años, que entrará en vigor en 2025, ha llevado al 96% de las entidades a priorizar el asesoramiento sobre efectos fiscales y la educación financiera en ahorro a largo plazo.
Las gestoras enfatizan que los principales atractivos de estos productos son la capacidad para generar ahorro sistemático, la fiscalidad en las aportaciones, la gestión profesional y la transparencia en la gestión.