Las FiberCo que están materializando Telefónica, Masorange y Vodafone en nuestro país forman parte de una estrategia de mercado que se viene fraguando desde hace varios años, cuando pensaron en rentabilizar sus inversiones en fibra y redes móviles unidas como empresas, pero compitiendo por los clientes como marcas. Para ello, fraguaron la idea de formar FiberCo y NetCo de dos en dos, hasta quedar solo tres compañías robustas en España, mientras, Competencia de la UE quería que se formaran 3 o 4 grandes empresas, pero intercomunitarias. Al otorgar los remedies de la fusión de MásMóvil y Orange a Digi, esta entró como un ciclón. Ya es la cuarta teleco en España,y nuestro mercado sigue tan fragmentado como estaba.
Las alianzas que ahora se están materializando mediante la formación de Fiber Co estaban pactadas antes de compras y fusiones. Son las que han protagonizado Telefónica con la Vodafone de Zegona, Masorange también como Vodafone, y el acuerdo de Telefónica y MasOrange para compartir la fibra) y las NetCo que unificarán infraestructuras (torres y redes, que servirán mediante las APIs de Open Gateway para dar servicios a los clientes de cualquier teleco.
Estas uniones empresariales parecen haber brotado de repente, pero forman parte de una clara estrategia para quedarse con el mercado, y con ellas se pretende rentabilizar lo invertido en tecnología y red, que los fondos de inversión vean el color del dinero de unas telecos que se desinflaban como empresas, y evitar tener que rendir cuentas ante Competencia de la UE.
estas uniones nacionales se han formado con poca o ninguna transparencia, sin que Competencia haya analizado en absoluto,y que han derivado en costes laborales, que son los que menos les importan a los inversores
Los analistas consultados por MERCA2 conocedores del mercado teleco sabían que las tres grandes compañías presentes en España iban a aprovechar el momento «vacío de poder» de la salida del Gobierno de la UE de la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, para materializar estas uniones nacionales, que tan poco le gustaban, y que se han formado con poca o ninguna transparencia, sin que Competencia haya analizado en absoluto qué puede significar a la hora de imponer o dominar tarifas de fibra.
Uniones posteriores a la fusión de Masorange, y la compra de Vodafone que, con el consentimiento del Gobierno de España, han derivado en costes laborales, (los ERES de Vodafone y Masorange) que son los que menos les importan a los inversores.
La idea de la comisaria era formar tres o cuatro grupos empresariales inter europeos en torno a Telefónica, la francesa Orange, la inglesa Vodafone y la alemana Deutsche Telekom. Eso crearía grandes compañías capaces de poner a Europa en materia de redes y tecnología al nivel de China y EEUU, sin mermar competencia en cada país, para que los precios cara al consumidor se mantuvieran medios o bajos
Sin embargo, los inversores en telecos vieron que en esas megacorporaciones no iban a rentarles, pero sí si acaparaban los mercados nacionales, y en vez de pelear por la huella de fibra en unidades inmobiliarias cable sobre cable en las fachadas, sobre todo de las zonas urbanas más pobladas de nuestro país, pensaron en peleas con ofertas y descuentos por cada usuario. En el caso de la inversión en las tecnologías 4G y el nuevo 5G también estaba ahogando a las operadoras, y en esta caso, las NetCo son la salvación.
FIBERCO Y LA COMPRA DE LA MÁS DÉBIL
Pero llegaron los remedies de la fusión de MásMovil y Orange y entró Digi como un ciclón. Ya no pueden ser solo dos o tres grandes. La cuarta teleco impide que se repartan el mercado y las ganancias para los inversores que están detrás (Zegona, KKR, Providence y Cinven) y los inversores de Telefónica, (desde STC hasta J.P Morgan).
Fuentes conocedoras de la estrategia planteada desde hace ya al menos tres años reconocen que el hecho de que la UE le diera «alas» a Digi en España ha fastidiado el diseño del mercado español que las grandes operadoras habían ideado; Telefónica, Masorange antes incluso de conseguir que su fusión se autorizase, y el Grupo Vodafone, que como grande más débil económicamente en España, era la que claramente iba a ser vendida, aunqeu inicialmente también se pensó en Orange. Zegona ya venía a tomar posesión de Vodafone España con la idea bajo el brazo de formar compañías con su competidores.
Al darle los remedies de la unión entre Orange y Más Móvil a Digi, la operadora rumana tiene la oportunidad de crecer también en redes móviles. Y Digi ha sabido aprovechar las oportunidades, porque a base de crear redes propias y ofrecer las tarifas más atractivas del mercado con precios rompedores, ha crecido de una manera con la que las tres grandes operadoras no contaban. Las telecos españolas esperaban que los remedies fuera a parar bien a la más débil, es decir, a la Vodafone de Zegona, o bien para nadie. Pero se fueron a una teleco venida del este europeo que reina con los precios low cost.
Las estrategia era unirse en torno a FiberCo, porque Digi claramente estaba alcanzando un posición muy pujante con su redes de fibra, y a NetCo, pero siempre conservando la competencia entre operadoras en las carteras de clientes, consiguiendo mantener las inversiones y rentabilizándolas todos, sin distinción.
el hecho de que la UE le diera «alas» a Digi en España ha fastidiado el diseño del mercado español que las grandes operadoras habían ideado
Y está en marcha la FiberCo formada entre Telefónica y Vodafone, y este mismo viernes se ha sabido que Masorange y Vodafone firmarán un acuerdo vinculante antes de que acabe el año que marcará las condiciones de su propia compañía mayorista de servicios de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) con una huella de 11,5 millones de unidades inmobiliarias, tal y como publicaba Expansión. Solo les faltará a estas nuevas compañías encontrar ese socio inversor que se quede con el 40% de las mismas, con el fin de recoger los beneficios del alquiler de las preciadas redes cuanto antes.
Estas operaciones de formación de compañías mayoristas en torno a un tipo concreto de red ingresan dinero en las cuentas de los operadores para paliar sus deudas, pero el posible apalancamiento de las filiales formadas, no va a figurar en los balances de las telecos, porque solo poseen un porcentaje menor del 50%. Todo son ventajas, y los fondos cobran, que es de lo que se trata, aunque para ello hayan tenido que vaciar plantas enteras de trabajadores.