En un mundo donde la inteligencia artificial se ha infiltrado en casi todos los aspectos de nuestra vida, la educación no es la excepción. Con la proliferación de herramientas que permiten a los estudiantes generar tareas y resolver problemas matemáticos en cuestión de segundos, surge una pregunta crucial: ¿cómo pueden los docentes asegurarse de que sus alumnos realmente están aprendiendo y no simplemente utilizando la IA para hacer el trabajo por ellos?
6El problema de los deberes hechos con IA

Markarian ha observado que muchos de sus alumnos utilizan ChatGPT para resolver problemas matemáticos. A menudo, los resultados generados por la IA pueden ser demasiado genéricos y carecen de profundidad, lo que dificulta la evaluación del verdadero entendimiento del estudiante. Sin embargo, el desafío principal radica en identificar quién realmente ha realizado sus deberes y quién ha tomado el camino fácil al recurrir a la IA.
En lugar de simplemente tratar de discernir si un texto fue generado por IA, Markarian ha implementado una técnica efectiva en el aula. Cuando los estudiantes llegan a clase, les pide que saquen una hoja y respondan a las mismas preguntas que les asignó como deberes. Esta estrategia permite comparar los resultados obtenidos en casa con los realizados en el aula, brindando una visión clara de quién ha trabajado realmente en los ejercicios.