Conducir en invierno plantea retos únicos para los conductores, especialmente en carreteras secundarias y en condiciones meteorológicas adversas. La DGT y la Guardia Civil advierten cada año sobre los riesgos asociados a esta época, en la que el hielo, la nieve y la lluvia pueden transformar un trayecto cotidiano en un desafío peligroso. Conocer cómo adaptarse a estas circunstancias puede marcar la diferencia entre un viaje seguro y un accidente evitable. A continuación, desglosamos estrategias clave para mantenerte protegido en la carretera durante los meses más fríos.
6Cómo adaptar la conducción al clima invernal
Adaptar tu estilo de conducción al estado de la vía y las condiciones meteorológicas es esencial para evitar accidentes. Ante la presencia de nieve, lluvia o hielo, reduce la velocidad y evita giros bruscos o frenadas intensas. Si el asfalto está cubierto por nieve, utiliza marchas bajas para aumentar el control sobre el vehículo. Además, asegúrate de que tus neumáticos sean los adecuados para esta época del año, ya que su rendimiento influye directamente en la adherencia y la estabilidad del coche.