lunes, 21 abril 2025

La mujer de Kiko Matamoros da una exclusiva muy sorprendente sobre su vida personal

Marta López Álamo, modelo y esposa de Kiko Matamoros, ha decidido abrir su corazón y compartir una faceta muy personal de su vida que hasta ahora había mantenido en un segundo plano. En sus redes sociales, Marta ha hablado abiertamente sobre cómo superó un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo y que, en su caso, marcó un antes y un después en su vida. Este testimonio llega en un momento en el que la salud mental y emocional está ganando protagonismo en la conversación pública, pero sigue siendo un tema que requiere más visibilidad y empatía por parte de la sociedad.

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Marta López Álamo lo cuenta todo

Marta López Álamo confiesa la enfermedad que impacta su relación íntima con Kiko Matamoros

Los TCA, entre los que se incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, son alteraciones persistentes en los comportamientos relacionados con la alimentación, con un impacto negativo tanto en la salud física como en la mental de quienes los padecen. Estos trastornos tienen raíces emocionales, sociales y psicológicas, vinculadas a factores como la presión social, la baja autoestima, el perfeccionismo y los estándares de belleza irreales que a menudo se promueven en medios de comunicación y redes sociales. En el caso de Marta, su experiencia ha sido una montaña rusa de emociones, desafíos y aprendizajes que la han llevado a una transformación tanto interna como externa.

A través de una ronda de preguntas y respuestas en Instagram, Marta respondió con sinceridad a las inquietudes de sus seguidores. Una de las preguntas fue si había experimentado cambios en su cuerpo, como inflamación, después de superar su TCA. Su respuesta fue clara y honesta, dejando ver no solo los aspectos físicos, sino también las implicaciones emocionales y psicológicas de su proceso de recuperación. Marta explicó que superó su TCA en 2016, y desde entonces comenzó un camino de reconstrucción personal que tardó varios años en completarse. «Estaba tan ocupada volviendo a vivir que yo sé precisamente que superé en su momento el TCA porque no volví a preocuparme por las calorías, por el peso y por la talla nunca más«, comentó. Sin embargo, señaló que le llevó entre tres y cuatro años volver a lo que ella considera su cuerpo normal.

El proceso no fue sencillo. Marta confesó que tras superar su TCA, su cuerpo experimentó un aumento de peso significativo, algo que ella tomó como una señal positiva de recuperación. “Después de superarlo cogí 20 kilos de golpe, simplemente porque empecé a comer y llevaba cuatro años sin comer, o cinco. Entonces algo aumentas. Pero no lo pasaba mal, al contrario, lo pasaba bien porque volví a disfrutar y lo que menos me preocupaba era la talla”, explicó la modelo. Este aumento inicial de peso fue parte de un ajuste necesario que, con el tiempo, se fue regulando hasta que su cuerpo encontró un equilibrio natural. Marta subrayó que su enfoque siempre estuvo en disfrutar de la vida y no en obsesionarse con el aspecto físico, lo que marcó una gran diferencia en su proceso de sanación.

Aunque Marta asegura sentirse plena y feliz en la actualidad, aún enfrenta comentarios sobre su delgadez, algo que ha querido abordar para destacar la importancia de aceptar la diversidad corporal. «Yo soy delgada, igual que existen otro tipo de cuerpos, todos igualmente válidos», afirmó. La modelo también explicó que, a pesar de su físico, no busca adelgazar y, de hecho, tiene dificultades para ganar peso, lo que la lleva a esforzarse en mantener una alimentación adecuada y equilibrada. “Intento comer mucho, mucho hidrato… pero no me noté muy inflamada tampoco”, mencionó, añadiendo que lo importante para ella es mantener su bienestar y no caer en preocupaciones superficiales sobre su apariencia.

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