sábado, 19 abril 2025

Vodafone España rechaza a Adamo y a las frecuencias 5G regaladas, por los costes

Definitivamente, Vodafone España no quiere ya comprar Adamo. La operadora en manos del fondo británico Zegona se había planteado la adquisición del operador especializado en el mundo rural, pero han rechazado la posibilidad por los costes y la complejidad de la operación. El costo es también el motivo por el que rechazan los 10 MHz en la banda de 3,5 GHZ que le sobran a Masorange y se las regalaba. Zegona pagó por Vodafone España 5.000 millones de euros, y quiere rentabilizarla lo antes posible. La inversión en crecimiento inorgánico y costes de tasas por contar con mayor espectro destrozaría sus previsiones de rentabilidad y reducción de deuda.

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José Miguel García, CEO de Vodafone España, tiene un camino marcado en busca de la rentabilidad de la empresa, y de ese camino no se puede desviar invirtiendo ni 300 millones, que es el valor con el que el fondo francés Ardian había puesto a la venta el negocio «retail» de la operadora catalana Adamo, ni por los 100 millones que, como mucho, estaba dispuesta a pagar por la operadora. Tampoco está interesado en su negocio mayorista, que supone una huella de fibra de 3,7 unidades inmobiliarias.

La operadora de origen británico ha perdido el interés por Adamo también, tal y como han asegurado a MERCA2 fuentes conocedoras del proceso iniciado por Ardian, uniéndose así a Masorange y a Telefónica, las tres tentadas por Ardian junto a Digi. Masorange, debido a su apalancamiento (de más de 13.000 millones de euros) no va a invertir en un crecimiento inorgánico.

Vodafone ha perdido el interés por Adamo, y se une así a Masorange y a Telefónica, las tres tentadas por Ardian junto a Digi

Por su parte, Telefónica, a quién sí podría interesar por razones de presencia territorial y recuperación del primer puesto en cuanto a clientela, no ha manifestado su intención de compra porque, de decidirse, lo hará por un precio bastante inferior al planteado por Ardian, y una vez solucione otros frentes que tiene abiertos.

Telefónica debe antes librarse y «modernizar» primero los clientes todavía enganchado al cable de cobre, y conseguir «desinstitucionalizarse» completamente, según las fuentes consultadas, «y en un año cabe la posibilidad de que compre Adamo», nos indican. Telefónica no ha querido confirmar que está valorando esta posibilidad sobre la operadora que ha llenado de fibra óptica la «España vaciada».

El fondo Ardian quería recuperar el máximo posible su inversión de 1.000 millones de euros, que fue lo que pagó por Adamo en 2021. Por mucho que haya crecido orgánicamente la operadora en clientes y huella de fibra, no ha dado beneficios netos, porque dotar de infraestructura de fibra óptica en la España rural es caro, pero puede presumir de contar con esos 210.000 clientes, el 80% de los mismos en poblaciones de menos de 5.000 habitantes en 14 comunidades autónomas de nuestro país.

Vodafone España rechaza a Adamo y las frecuencias 5G regaladas, por los costes
Adamo resulta muy cara para Vodafone y el resto delas telecos posibles compradoras.

EL CAMINO MARCADO POR VODAFONE ESPAÑA

Vodafone España ha rechazado comprar Adamo porque no está para gastos e inversiones. Debe abonar el préstamo que Vodafone group realizó a Zegona para comprar la operadora en España (operación valorada en 5.000 millones de euros) y recuperarse de 10 años de pérdidas económicas, que alcanzan los 4.500 millones debido a decisiones empresariales desacertadas e instigadas por la dirección del grupo desde la capital londinense (como fue, en su momento, la de dejar de emitir el fútbol).

La nueva Vodafone en España ha cambiado. Más allá de las campañas publicitarias promocionando sus nuevas cuotas de fibra y móvil, más sencillas y algo mas baratas que las de sus competidores, que apuestan por la recuperación de clientes, va a tratar, por ejemplo, de mantener en alza el negocio de empresas (que suponen un 33% de su facturación en España).

La operadora roja se ha centrando también en formar nuevas FiberCo (con Telefónica primero, y está a punto de anunciar la que formará con Masorange) para contar con la amplísima red de fibra que aportan sus competidores en las nuevas sociedades, a la que podrán acceder sus clientes, rentabilizar su propia huella y quitarse de encima el lastre de las conexiones HFC (fibra coaxial), que no tienen ningún futuro.

La operadora roja se ha centrado también en formar nuevas FiberCo (con Telefónica primero, y está a punto de anunciar la que formará con Masorange) para contar con la amplísima red de fibra

Tampoco quiere entrar en mayores gastos, derivados de la inversión necesaria para poner en marcha las infraestructuras y el pago de las tasas que requerirían aceptar el «regalo» de los 10 MHz en la banda de 3,5 GHZ que le sobran a Masorange, porque supera los 140 MHz que puede llegar a tener cada operadora según marca el Gobierno. Vodafone no alcanza esa marca, pero «tampoco le hacen falta esas frecuencias» para continuar con su también exitoso negocio de redes privadas IoT, de los que supera ya ampliamente en nuestro país los siete millones de líneas activas.

Entre su nueva política comercial destacan cantos de sirena como regalar euros o jamones para atraer a amigos y familiares de los clientes, o la oferta de nuevas tarifas comerciales como la de fibra de 600 Mbps y móvil con 25 GB por 45 euros al mes.

También ha renovado su oferta televisiva, y por 47 euros mensuales tres meses, y 68 euros después, se puede contratar con ellos la fibra, dos móviles con 100 GB y llamadas ilimitadas y TV (con con Max, Disney+, Prime y Netflix). Igualmente, está atrayendo clientes con regalos o compras a plazos de los dispositivos más deseados, como es el caso de la Play Station 5 edición digital por 10 euros al mes durante 36 meses.

Y, por supuesto, para ahorrar costes, planteó un ERE express resuelto en 15 días al principio del verano, en cuanto Zegona recibió la autorización del Gobierno para comprar Vodafone España, que se resolvió con 898 trabajadores menos, 667 salidas voluntarias y 231 forzosas.


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