Según los Swaps indexados a un día, el mercado apuesta porque el Banco Central Europeo (BCE) recorte los tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos en la reunión de mañana (por encima del 100% de probabilidad) pero también en las reuniones de enero y marzo.
Las pantallas de Bloomberg indican que el mercado espera que los tipos caigan mañana del 3,165% al 2,903%, lo que descarta un recorte mayor a esos 25 puntos básicos.
Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, señala que “aunque el debate girará probablemente en torno a si recortar en 25 o 50 puntos, creemos que el Banco Central Europeo (BCE) recortará el tipo de la facilidad de depósito en 25 puntos básicos, del 3,25% al 3%.”
Por su parte, François Cabau y Hugo Le Damany, economistas de AXA Investment Managers, señalan que “aunque el flujo de datos recientes sobre actividad (índices de gestores de compras de noviembre) e inflación (flash de noviembre) podría haber justificado un movimiento mayor -el mercado ha valorado un recorte de tipos de 50 pb con una probabilidad superior al 30% en la última semana-, esperamos que este tercer recorte consecutivo de tipos de 25 pb reciba al menos una amplia mayoría en el Consejo de Gobierno, lo que refleja un enfoque gradual propuesto tanto por los miembros del Consejo de Gobierno de línea dura como por los de línea moderada.”
“Los comentarios inequívocos de la presidenta Lagarde en su comparecencia ante el Parlamento Europeo esta semana han reducido definitivamente la probabilidad de un movimiento de 50 pb (por debajo del 10%)”, añaden.
La apuesta del mercado: «El BCE debe acelerar las bajadas y recortar 50 puntos básicos en diciembre»

Jean-Paul van Oudheusden, analista de mercados de eToro, reconoce que el principal interrogante en este momento es “cuánto bajarán los tipos”, pero que “es poco probable que de esta reunión salga una hoja de ruta clara, ya que se espera que Christine Lagarde, eluda abordar las cuestiones más acuciantes”.
Además, señala que el factor Trump añade “más complejidad” a la cuestión, ya que “Unos aranceles potencialmente más elevados podrían tener un efecto inflacionista, creando retos adicionales para los responsables políticos”.
Cristina Gavín, jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión, apunta que desde la victoria de Trump, el mercado ha dado por hecho que el BCE va a acelerar su proceso de bajadas en el tipo de intervención para tratar de amortiguar los efectos negativos que las medidas del nuevo presidente puedan tener sobre una economía europea cuyo crecimiento está lejos de ser todo lo fuerte que sería deseable.
De cara a la reunión de mañana, hasta hace prácticamente nada, el consenso de mercado daba por hecho una bajada de 25 pb, pero la debilidad en los datos de PMI que hemos conocido a lo largo de los últimos días han llevado a que surjan voces que abren la puerta a una reducción de 50pb. Nosotros creemos que la coyuntura general no justifica esa bajada, y que el BCE preferirá ser prudente y acometer tan solo una reducción de 0,25% en los tipos, situando la facilidad de depósito en el 3%.
La receta para contrarrestar a Trump: una nueva rebaja de tipos del BCE
Pero “habrá que estar atentos al mensaje posterior que transmita Lagarde en la rueda de prensa, así como a la revisión que presentará el staff económico del BCE en cuanto a las previsiones de crecimiento e inflación de cara a 2025 y que nos deberían dar pistas sobre la trayectoria que debemos esperar para el próximo año.”
En esa línea va también John Plassard, Senior Investment specialist de Mirabaud WM: “el BCE debe tomar una decisión crucial en esta reunión, en la que el debate se centrará en si recortar los tipos 25 o 50 pb. Aunque la bajada de tipos de octubre fue una medida preventiva para gestionar el riesgo, la situación se ha deteriorado desde entonces, con el debilitamiento de los indicadores de confianza, el aumento de la inflación y la escalada de la incertidumbre política y económica en Francia, Alemania y EEUU.”

¿Y las previsiones del BCE?
Plassard continúa: “a pesar de estos riesgos, es poco probable que las previsiones de los miembros del BCE muestren cambios significativos, dejando prácticamente inalteradas las previsiones de crecimiento e inflación para 2025 y 2026. El BCE se enfrenta a la disyuntiva de reaccionar de forma preventiva ante los crecientes riesgos y evitar la percepción de injerencia política, especialmente en relación con los retos fiscales de Francia.”
David Zahn, Head of European Fixed Income de Franklin Templeton: “Se prevé que el BCE mantenga su enfoque gradual de flexibilización monetaria, aplicando recortes de 25 puntos básicos en cada reunión hasta que los tipos caigan por debajo del 2%. Aunque las decisiones políticas seguirán dependiendo de los datos, el deterioro de los indicadores económicos, en particular la atonía del crecimiento europeo, apoyan la persistencia de esta política de relajación. A pesar de las actuales turbulencias políticas en Francia y Alemania, es poco probable que el BCE se desvíe de su rumbo. Se prevé que la inflación se mantenga por debajo del objetivo hasta 2026 y que los tipos se acerquen al 1% a finales de 2025”.
Veit, por su parte, cree que las nuevas proyecciones del personal, incluidas las cifras inaugurales de 2027, mostrarán probablemente una inflación en torno al objetivo a partir de mediados de 2025. Sin embargo, para que la inflación evolucione en línea con las expectativas del BCE y converja de forma duradera hacia el objetivo en 2025, el requisito previo más importante sigue siendo que el crecimiento de los costes laborales unitarios vuelva a niveles compatibles en líneas generales con una inflación del 2%.
Un tipo terminal de alrededor del 1,8% para el segundo semestre del próximo año sigue siendo coherente con nuestras estimaciones de un tipo de interés neutral para la zona euro.
Cabau y Le Damany recuerdan que “al igual que otras instituciones oficiales, el BCE no puede tener en cuenta las futuras medidas de la administración Trump en sus previsiones hasta que sean aprobadas por el Congreso, y solo puede citar una mayor incertidumbre en sus perspectivas, como hizo Lagarde recientemente.”
Y añaden, “creemos que es probable que se revise a la baja la previsión de crecimiento del BCE en 0,1 puntos porcentuales este año, hasta el 0,8%, en línea con la nuestra, y en 0,2 puntos porcentuales (hasta el 1,1%, AXA IM: 1,0%) el próximo año, debido a las perturbaciones a corto plazo (los Juegos Olímpicos franceses y las inundaciones españolas que afectarán al cuarto trimestre y, por tanto, a la prórroga para 2025), pero también a nuevos vientos en contra, como la incertidumbre política, especialmente en Francia y Alemania, así como la incertidumbre política procedente de EE.UU. y China.”
“Esto también afectaría al crecimiento de 2026 (-0,1 puntos porcentuales hasta el 1,4%). En este contexto, será clave vigilar las hipótesis revisadas sobre la tasa de ahorro. Por último, es probable que la nueva cosecha de 2027 se sitúe en el lado fuerte (1,5%-1,6%), intentando reabsorber la brecha de producción negativa creada en años anteriores”, concluyen.