viernes, 11 abril 2025

Vodafone arranca en RU la ‘ola’ de consolidación de las telecos en Europa

Vodafone Group obtuvo la aprobación en Reino Unido de un acuerdo para crear la mayor empresa de telefonía móvil del país, lo que supone un hito importante para los operadores de telecomunicaciones europeos y abre por fin la puerta para que el mercado teleco en la eurozona protagonice una ola de consolidación pedida a gritos por las empresas de telecomunicaciones locales, y bendecida por el informe Draghi. Hay brisas de cambio regulatorio en Europa que puede fortalecer a las telecos frente a sus enemigos tecnológicos y geopolíticos.

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Los directivos de Vodafone, y no solo, porque el clamor lo protagonizaban desde José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, hasta Timotheus Höttges, CEO de Deutschen Telekom, se habían quejado a los reguladores durante años de que su postura excesivamente restrictiva estaba perjudicando a la industria en toda Europa. El argumento ha sido mil veces repetido: sus estructuras empresariales no tenían escala suficiente para seguir invirtiendo en redes, que cada vez precisan de mayor capacidad tecnológica para asumir el consumo masivo de los europeos en, por ejemplo, streaming, así como otros servicios online.

Esos mismos consumidores europeos tenían en los reguladores a los defensores de sus derechos porque frenaban las subidas de los precios de las imprescindibles redes al impedir que se redujera la competencia. «Si se reduce la competencia y aumentan las facturas de telefonía móvil, habrá una reacción negativa de los consumidores que han disfrutado de los beneficios de las guerras de precios, ya que los proveedores luchan por los clientes con ofertas telefónicas, velocidades más rápidas y datos ilimitados», explican en un informe de Bloomberg.

Vodafone arranca en UK la 'ola' de consolidación de las telecos en Europa
Ex presidente del Consejo de Ministros de Italia y ex director del Banco Central Europeo, Mario Draghi.

VODAFONE, MASORANGE Y LA FUTURA DESREGULACIÓN

Por eso se considera como una decisión arriesgada la tomada este jueves por el organismo de control antimonopolio de Reino Unido de permitir la fusión por valor de 15.000 millones de libras entre dos gigantes como Vodafone (444 millones de clientes a finales de 2019) y Three (con 110 millones de clientes en todo el mundo a finales de 2022). Para dar su OK se ha realizado una investigación de 10 meses y se ha puesto como condición que las dos empresas inviertan 11.000 millones de libras en la infraestructura digital del Reino Unido.

Analistas como los de JPMorgan ven que esta decisión, así como otra similar en Italia, (fusión de Vodafone Italia con Fastweb) o la tomada en marzo por la Comisión Europea respecto a MásMóvil y Orange aquí en España (ahora Masorange), «pueden catalizar gradualmente más acuerdos» en Europa.

los consumidores europeos tenían en los reguladores a los defensores de sus derechos porque frenaban las subidas de los precios de las imprescindibles redes al impedir que se redujera la competencia

El optimismo ante el posible cambio regulatorio ya es palpable, porque ya ha ayudado a que las acciones de la industria superen al mercado en general en 2024. El índice Stoxx 600 Telecommunications ha ganado un 20% y el grupo Vodafone (al que ya no pertenece Vodafone España, de quien es dueño desde el pasado mes de mayo el fondo de inversión británico Zegona) se encamina a su primer avance anual completo en siete años.

No obstante, hay voces en Europa que no se acaban de creer las quejas de los operadores de telefonía e internet, como es el caso del ex economista jefe de competencia de la Comisión Europea, Tommaso Valletti, quien cree que permitir que las empresas se hagan más grandes dentro de los países de la UE, solo conducirá a precios más altos y ciertamente no las ayudará a recuperar su antigua gloria como gigantes tecnológicos.

Valletti defiende a capa y espada a los consumidores al culpar a Vodafone de sus problemas, y los del sector en general, al resto de telecos por haber tomado malas decisiones comerciales. En su opinión «Vodafone era la empresa número uno del mundo. ¿Por qué las ineficiencias gerenciales deberían compensarse con precios más altos para 65 millones de usuarios?» asevera lanzando la pregunta que da para largas respuestas y reflexiones.

el director general del grupo de presión de telecomunicaciones Connect Europe, Alessandro Gropelli
el director general del grupo de presión de telecomunicaciones Connect Europe, Alessandro Gropelli.

FUSIONES BLOQUEDAS Y MALAS DECISIONES

Según la publicación de Bloomberg, «los operadores de telecomunicaciones de Europa eran los mejores en el negocio hace 20 años: grandes, innovadores y con mucho efectivo. Pero ahora son los rezagados del mundo». Y es que son muchos los países europeos que están muy por detrás de sus homólogos en Asia y Estados Unidos en cuanto a despliegue del 5G, mientras que las telecos europeas andan más pendientes en vender activos racionalizar su negocio que en ponerse a pico y pala con los necesarios planes de expansión que en otras épocas sí fueron masivos.

El caso de Vodafone así lo indica. Su valor de mercado es una fracción de su pico durante la burbuja tecnológica, y la relación precio-beneficio tiene un descuento del 36% con respecto al sector. Es la CEO nombrada en 2023, Margherita Della Valle, la encargada de revivir la empresa. Para ello ya ha salido de dos importantes mercados europeos (Italia y España) y ahora confía en la fusión de Three para convertir a Vodafone en el operador más grande del Reino Unido por ingresos.

la Comisión Europea reconoció este año que la industria de las telecomunicaciones tiene un problema, y ​​un informe del ex presidente italiano del BCE Mario Draghi dijo que la consolidación es el camino a seguir

No obstante en la empresa hay preocupación, porque una posible caída del precio de las acciones puede terminar por ponerla a punto de caramelo para ser adquirida, y los bancos de inversión con los que trabaja han sondeado esta posibilidad con posibles compradores de partes del negocio de Vodafone Grupo.

El deseado cambio en la regulación marcaría un cambio radical para el sector en Europa, que se ha visto limitado por las restricciones a las denominadas fusiones 4 a 3 (número de grandes telecos en competencia en cada país). Los reguladores antimonopolio han bloqueado numerosas fusiones que reducirían a tres los operadores en cada territorios, o bien han obligado a crear un cuarto actor en cada mercado.

Ha sido este otoño cuando las autoridades británicas y comunitarias cambiaron de opinión y aceptaron la necesidad de una mayor inversión en la red móvil. En paralelo, la Comisión Europea reconoció este año que la industria de las telecomunicaciones tiene un problema, y ​​un informe del ex presidente italiano del BCE Mario Draghi dijo que la consolidación es el camino a seguir.

Como se recordará, el informe ha sido un soplo de aire fresco para las telecos, porque evidenciaba que los bajos rendimientos financieros significan una menor inversión y una menor innovación. Aun así, costará convencer a los estados de la UE para que respalden la consolidación, porque muchos temen precios más altos y están satisfechos con su cobertura móvil.

La culpa de los problemas de las telecos europeas no está solo en la regulación. Puestos a señalar, no hay que olvidar que Vodafone se expandió demasiado, extendiéndose a través de varios continentes, y desde entonces ha tenido que dar marcha atrás. También rechazó la opción de ser el vendedor exclusivo de iPhones en el Reino Unido en 2007. Otras empresas también han racionalizado sus operaciones. Telenor salió de Pakistán, Deutsche Telekom AG y Orange SA vendieron operaciones en el Reino Unido, y Telefónica ha estado tratando de dar marcha atrás en América Latina.

Y además, las firmas de capital privado han estado comprando negocios de torres de operadores europeos, que muchas firmas están vendiendo para pagar deuda y fortalecer sus balances. No obstante, según el director general del grupo de presión de telecomunicaciones Connect Europe, Alessandro Gropelli, «hay una ventana de oportunidad, pero debemos aprovecharla. Si mantenemos a los jugadores en este campo privados de retornos sobre el capital, no los estamos poniendo en posición de ganar el juego».


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