La luz en invierno transforma tu salón en invierno, otorgándoles calidez y vida. En el salón, la iluminación adecuada no solo resalta la belleza de los detalles, sino que crea un ambiente acogedor, ideal para las largas tardes invernales. Las sombras suaves y los matices cálidos invitan al descanso, mientras que una buena distribución de las fuentes lumínicas potencia la sensación de amplitud y confort. Cada lámpara, cada destello, se convierte en un aliado contra la oscuridad temprana, aportando equilibrio entre funcionalidad y estética. Un salón bien iluminado es el refugio perfecto donde los días fríos encuentran su contraste más cálido. A continuación te explicamos cómo.
3Este es un buen truco para conseguirlo
El uso de luminarias con temperaturas de color cálidas, entre 2700 y 3000 K, es un truco infalible para mejorar la iluminación de tu salón en invierno. Estas luces emiten tonos suaves y dorados que contrarrestan el frío visual típico de la temporada, creando un ambiente acogedor y confortable. La calidez de este tipo de iluminación evoca la sensación de un atardecer, envolviendo el espacio en una atmósfera relajante. Combínalas con lámparas indirectas y textiles cálidos para transformar tu salón en un refugio perfecto contra los días oscuros.