La cuenta regresiva hacia la Navidad ya está en marcha, y el calendario apenas nos deja un par de semanas para llegar. Las luces empiezan a multiplicarse en calles y ventanas, mientras los días se llenan de preparativos, listas y reuniones que comienzan a tomar forma. El frío invita a buscar abrigo, y los aromas familiares de la temporada aparecen tímidamente en las cocinas. La proximidad de estas fechas pone de manifiesto el ritmo acelerado con el que el año se despide, recordándonos que los días que quedan no solo son para celebrar, sino también para cerrar pendientes y reflexionar. Y si no cae bien tu cuñado, no te preocupes: te explicamos cómo aguantarlo.
6Este truco es infalible
Un truco infalible para evitar tensiones con tu cuñado en Navidad es redirigir la conversación rápidamente. Si surge un tema incómodo o un comentario fuera de lugar, cambiar el enfoque hacia algo más neutral o ligero puede salvar el momento. Hablar del menú («una cosa, esto no lo hemos tomado nunca, ¿no? A ver si va a haber algún alérgico» / «¿cómo se prepara esto?»), de las anécdotas familiares o incluso del clima puede desviar la atención sin generar fricciones. Este pequeño gesto no solo ayuda a mantener la armonía, sino que también demuestra que es posible disfrutar de la velada sin caer en discusiones innecesarias. La clave está en la rapidez y naturalidad.