La cuenta regresiva hacia la Navidad ya está en marcha, y el calendario apenas nos deja un par de semanas para llegar. Las luces empiezan a multiplicarse en calles y ventanas, mientras los días se llenan de preparativos, listas y reuniones que comienzan a tomar forma. El frío invita a buscar abrigo, y los aromas familiares de la temporada aparecen tímidamente en las cocinas. La proximidad de estas fechas pone de manifiesto el ritmo acelerado con el que el año se despide, recordándonos que los días que quedan no solo son para celebrar, sino también para cerrar pendientes y reflexionar. Y si no cae bien tu cuñado, no te preocupes: te explicamos cómo aguantarlo.
3El principal motivo es que no se llevan bien con su familia política

El principal motivo por el que muchos no disfrutan las fiestas es su relación tensa con la familia política. Estas reuniones pueden convertirse en un campo minado de comentarios incómodos, diferencias irreconciliables y silencios cargados. La idea de pasar horas compartiendo mesa con personas con las que no hay afinidad resulta agotadora para algunos. Aunque las fiestas están cargadas de simbolismo y tradiciones, no siempre es fácil encontrar armonía cuando los vínculos son frágiles. En estos casos, más que celebrar, muchos solo buscan que todo termine rápidamente.