Los aros de cebolla son un clásico indiscutible en el mundo de la comida rápida. Su crujiente exterior y su suave interior los convierten en el acompañamiento perfecto para hamburguesas, perritos calientes y una variedad de platos que buscan ese toque especial. Pero, ¿qué hace que estos deliciosos bocados sean tan irresistibles? La combinación de sabores, texturas y la facilidad con la que se pueden preparar los convierte en una opción favorita tanto en restaurantes como en casa.
114. Freír los aros

En una cacerola grande, calienta abundante aceite de oliva suave o aceite de girasol a fuego alto, pero evita que llegue a humear. Es importante freír los aros en tandas pequeñas para que no baje la temperatura del aceite. Cuando los aros estén dorados por un lado, dales la vuelta para que se doren uniformemente. Una vez que estén dorados por ambos lados, retíralos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.