Enel, Endesa, Engie y otras empresas de suministros con capacidad excedente en sus balances podrían generar incrementos en el dividendo superiores al crecimiento de las ganancias en el período comprendido entre 2024 y 2027. Este vaticinio procede de un análisis firmado por Patricio Álvarez y Joao Martins, expertos del equipo de energía de Bloomberg, quienes consideran que la «sólida capacidad de financiamiento» de estas empresas, junto con su apuesta por las redes, serán la base de una jugosa retribución al accionista.
«Por el contrario, Orsted y otros actores centrados en renovables tienen un margen limitado para aumentar dividendos debido a que su financiamiento depende de la valoración y el calendario de venta de participaciones en proyectos», advierte el informe.
Entre 2019 y 2023, la tasa de pago promedio de las empresas de servicios públicos europeos de electricidad y gas fue del 59%, cayendo gradualmente al 50% en 2023. «Se espera un promedio del 54% para 2024-2027, reflejando un crecimiento anual mayor del dividendo por acción (DPS), que estará en el 4%; en comparación con el beneficio por acción (BPA), que estará entre el 2 y el 3%», resalta el análisis.
REDES ANTES QUE RENOVABLES, EL ENFOQUE ACERTADO
Álvarez y Martins sostienen que tanto el aumento de las tasas de interés como la desaceleración en el crecimiento del resultado bruto de explotación (Ebitda) tras la crisis energética sugieren que Enel (matriz italiana de Endesa) y otras empresas de servicios públicos europeas probablemente reducirán el ritmo de incremento en el gasto de capital (capex).
La coyuntura, sin embargo, no está tan clara para aquellas compañías centradas en la producción de energía ‘verde’: «Sin embargo, los problemas en las cadenas de suministro, la volatilidad de los rendimientos de bonos y la bajada de los precios de la energía (en comparación con 2022) han reducido las perspectivas de las empresas generadoras de energía y renovables, favoreciendo una mayor inversión en activos regulados».
Las perspectivas del mercado, por tanto, parecen favorecer a las empresas que priorizan redes eléctricas sobre renovables, enfoque adoptado por dos de los gigantes españoles del sector, Endesa e Iberdrola.
LA POLÍTICA DE DIVIDENDOS DE ENDESA
De este modo, la estrategia de retribución al accionista de Endesa recibe otra ‘palmadita en la espalda’ después de que el pasado 19 de noviembre Bankinter le diera su plácet.
El nuevo plan estratégico de la compañía sitúa en el 7% la rentabilidad del dividendo, lo que según la experta de Bankinter Aránzazu Bueno es una «buena noticia» que «bate las estimaciones de consenso». La valoración del banco coloca a la energética una recomendación de ‘comprar’ y un precio objetivo de 22,40 euros.
Endesa garantiza un dividendo mínimo de un euro por acción hasta 2027 y eleva casi un 10% la remuneración prevista para 2024, hasta 1,2 euros por título
En concreto, la eléctrica garantiza un dividendo mínimo de un euro por acción hasta 2027, extiende el 70% de pay out a todo el plan y eleva casi un 10% la remuneración prevista para 2024, hasta 1,2 euros por título. Además, la energética prevé alcanzar los 1,5 euros por acción en 2027, con lo que la rentabilidad por dividendo en el conjunto del plan oscilará entre el 6% y el 7%.
Al igual que en el caso de Iberdrola, la estrategia de Endesa tendrá como principal eje la apuesta de la compañía por la electrificación, relegando a las renovables a un segundo plano. Las inversiones en redes de la compañía dirigida por José Bogas alcanzarán los 4.000 millones de euros, un 45% más que en el plan anterior 2024-2026, con la vista puesta en las mejoras y actualizaciones en la regulación.