El estancamiento del consumo de vino y las exportaciones impulsan a las bodegas españolas a buscar nuevos mercados para crecer. Sin ir más lejos, una de las oportunidades que tienen en la mesa es fortalecer la internacionalización, donde se observará su impulso en la Barcelona Wine Week en 2025.
En este contexto, los datos hasta agosto que hay disponibles muestran que se vende un 81% en valor de vino envasado, y un 56% en volumen de vino a granel. Si nos centramos en exportaciones, ha habido una notable disminución de exportaciones, del 3% en valor y del 21% en volumen. Pero, el sector espera un aumento tanto en valor como en volumen para el tercer cuatrimestre.
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LOS DESAFÍOS Y RETOS DEL SECTOR DEL VINO EN ESPAÑA
Al sector vitivinícola le espera un panorama desafiante, pero con perspectivas positivas. Es decir, el vino español deberá de poder consolidarse en grandes mercados, llevando a cabo una serie de estrategias para fortalecer la presencia en mercados clave como son Estados Unidos, Alemania y Canadá. Además de centrarse en un enfoque en obtener relaciones sólidas y un posicionamiento de marca.
Siguiendo esta línea, las bodegas españolas deberán mejorar el comportamiento del valor ante el volumen, priorizando así la calidad del vino frente a la cantidad que se venda. Con este gran desafío muchas son las bodegas que deberán de empezar a tejer una serie de estrategias para mantener la propuesta de valor.
LA ASIGNATURA PENDIENTE PARA EL VINO ESPAÑOL ES REFORZAR LA FORMACIÓN TANTO EN ORIGEN COMO EN DESTINO
Por otro lado, el sector vitivinícola deberá de afrontar un gran desafío en cuanto al buen comportamiento en mercados de oportunidad. Es decir, deberán de identificar mercados con potencial para la internacionalización como es Japón, Corea del Sur, República Dominicana, Dinamarca, Polonia e Irlanda.
Si nos fijamos en la revisión de las estrategias en los mercados prioritarios, el sector español deberá seguir algunos de los pasos de Estados Unidos, China y Japon. El sector deberá de posicionarse con precios más competitivos y mostrando una imagen diferencial de los vinos españoles para poder conseguir un ‘trozo del pastel’ de la internacionalización.
Por supuesto, los canales de venta cada vez cogen más relevancia y el sector vitivinícola está reflejando esta área con más presencia en el canal horeca, en canal retail con una estrategia conjunta con marcas blancas y marcas propias, y el canal digital que pone el foco directamente en la promoción en las plataformas y redes sociales.
LA RESPUESTA DEL SECTOR VITIVINÍCOLA ESPAÑOL
Las grandes y pequeñas bodegas están llevando a cabo una estrategia como respuesta a los futuros desafíos. Para conseguir diversificar los mercados deberán de optar por conseguir tanto nuevos consumidores como un crecimiento de la productividad del vino. Por otro lado, para conseguir diferenciar sus productos en un marco de internacionalización donde hay más competencia, el sector del vino español debe centrarse en los nuevos perfiles y los nuevos hábitos del consumidor, que va de la mano del crecimiento de la renta per cápita.
En este sentido, la herramienta que más cobra importancia en la actualidad es la digitalización que cada vez estamos en una sociedad más ligada al internet y eso implica que las bodegas deben dar un paso más hacia una revolución logística. Un 15% del movimiento de ventas del sector del vino se realiza vía comercio electrónico.
En este contexto, el relato del vino español sigue marcado por una serie de atributos como es la calidad del vino, la diversidad, la historia desde sus orígenes, el estilo de vida cambiante del consumidor y la sostenibilidad, uno de los retos que cada vez cobra más importancia gracias a la concienciación del consumidor.