La aprobación del Gobierno de España de la ampliación hasta el 9,97% de la participación de STC Group (Saudí Telecom) en Telefónica ha sido bendecida por el mercado, ya que los principales analistas entienden como positivo el abandono de una incertidumbre sobre la composición empresarial de la teleco que ha durado 15 meses, operación que se traduce en una inversión en acciones de 2.100 millones de euros.
Desde que este jueves 28 de noviembre el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, anunciara que el Gobierno autorizaba a STC a convertir en acciones los derivados financieros que le sumarán un 5% más de acciones al 4,97% que ya posee de Telefónica, la compañía saudí ya ha realizado movimientos en este sentido a través de Morgan Stanley, la firma de bróker encargada de gestionar sus activos. Los mercados han mostrado su satisfacción ante la noticia.
Los analistas señalan la «fortaleza» del grupo inversor, puesto que se trata de la empresa de telecomunicaciones estatal de Arabia Saudí controlada por la familia real que gobierna en un 64%, a través de su fondo soberano Public Investment Fund (PIF), y que su capitalización es de 50.292 millones de euros.
todavía se mantiene la incertidumbre del nombre de la persona que representará a la compañía árabe en teleco española. Para los analistas del mercado consultados, «si realiza esa petición, alguno de los vocales actuales tendrá que ser sustituido
Y es que tras la inversión, la plusvalía para STC hasta hoy asciende a un 17,5% del capital invertido. Además, los analistas ven como esta autorización del Gobierno «refuerza el núcleo duro de accionistas del grupo», dando a entender la alineación de la compañía saudí con el resto de inversores mayoritarios que forman la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI, que cuenta con un 10% de acciones), la propia STC (9,9%), Caixa (5%), CriteriaCaixa (5%), y BBVA (4,84%) que «respalda al actual equipo gestor y su Plan Estratégico 2023/2026 presentado en noviembre 2023.
La decisión genera un nuevo escenario de certidumbre en torno a la situación empresarial de la teleco español incluso en los que se refiere a la composición de su consejo de administración, porque la autorización del Ejecutivo español se incluye la posibilidad de que la operadora saudí solicite un asiento en el órgano directivo de Telefónica, tal y como ya han adelantado los saudíes.
No obstante todavía se mantiene la incertidumbre del nombre de la persona que representará a la compañía árabe en la teleco española. Para los analistas del mercado consultados, «si realiza esa petición, alguno de los vocales actuales tendrá que ser sustituido», y apuntan a que la persona con más probabilidades de salir es Javier de Paz, que es el único consejero con una calificación especial, la de ‘Otro’, ya que no es dominical (en nombre de un accionista), independiente o ejecutivo.
STC Y SU SILLÓN DEL CONSEJO DE TELEFÓNICA
Javier de Paz es un «histórico» de la compañía y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Quienes conocen y analizan en profundidad la compañía, entienden que también podría aprovechar para salir el consejero que representa al BBVA, José María Abril Pérez, que es el vicepresidente del consejo y segundo consejero dominical, que no tendría derecho a ocupar el asiento, «puesto que el banco solo dispone ya del 4.9% del capital y es necesario disponer, al menos,
del 6,7%», señalan los expertos.
Se vaya quien se vaya, en cualquiera de los dos casos, abandonaría el órgano ejecutor de Telefónica un hombre, y la compañía «debería nombrar a una mujer (o realizar una restructuración mayor del Consejo)» para cumplir con la normativa (el Código de Buen Gobierno establecido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV), que obliga a las empresas del Ibex a tener, al menos, un 40% de representación femenina en su órgano de decisión, un porcentaje que la compañía tampoco cumple ahora mismo, ya que solo alcanza el 33% al contar con 5 mujeres entre los 15 miembros.
la compañía «debería nombrar a una mujer (o realizar una restructuración mayor del Consejo)» para cumplir con la normativa, es decir, el Código de Buen Gobierno establecido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)
Este «desajuste» se produjo cuando el representante del Gobierno a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Carlos Ocaña, ocupó el lugar de Carmen García de Andrés. Además, tampoco se cumplirían los criterios de buen gobierno en cuanto al número de miembros independientes, que deben ocupar el 50% de los sillones, si salen del consejo directivo.
Las cinco mujeres con un puesto en el órgano directivo de Telefónica en la actualidad son la consejera independiente y abogada con experiencia en tribunales internacionales María Luisa García Blanco, la ingeniera aeronáutica Verónica Pascual Boé, también independiente, como lo son la economista María Rotondo Urcola, la ingeniera química Claudia Sender Ramírez, y la ingeniera informática Solange Sobral.
Estaría por determinar si STC se atiene a la legislación española, escucha las recomendaciones en materia de paridad entre hombre y mujeres y designa una consejera en vez de un consejero para ocupar su puesto en la tecnológica española.