La OPEP+, versión ‘ampliada’ del cártel del petróleo, ha pospuesto -por enésima vez- al 5 de diciembre su muy esperada reunión negociadora, que se celebrará con el temor a que los precarios precios del crudo caigan todavía más. La perspectiva de un inminente desborde en la oferta mundial gravitará alrededor de las deliberaciones, informa Bloomberg.
El grupo liderado por Arabia Saudí y Rusia lleva meses intentando iniciar el restablecimiento de los suministros restringidos desde 2022, pero ha dado marcha atrás ante la frágil situación de los precios del petróleo. Según relataron los delegados esta semana, las naciones clave del grupo han debatido la posibilidad de retrasar de nuevo el modesto aumento previsto para enero, que aún podría tardar varios meses en llegar.
LA MUTACIÓN DEL MERCADO DE PETRÓLEO
El aumento de los suministros de los países no pertenecientes a la OPEP+, especialmente en el continente americano, está impulsando las perspectivas de un exceso significativo de stock. Este vaticinio coincide con la rápida desaceleración del crecimiento de la demanda prevista para el año que viene, sobre todo en China, factor que presiona en la misma dirección.
La victoria de Donald Trump en EEUU, sin embargo, constituye otro elemento de peso que amenaza con arrastrar los precios a un nuevo fondo histórico. El controvertido magnate ha vendido su política energética con el eslogan «perfora, cariño, perfora», lo que indica un inminente aumento de la producción del país norteamericano. Actualmente, Estados Unidos está bombeando 13,5 millares de barriles diarios más que los dos miembros más grandes de la OPEP, Arabia Saudí e Irak.
Asimismo, el último boletín mensual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima un exceso de oferta de más de un millón de barriles diarios (mb/d) el próximo año, incluso si la OPEP+ mantiene las restricciones a la producción.
UNA DEMANDA RALENTIZADA SE SUMA A UNA INUNDACIÓN DE OFERTA
JP Morgan también se suma a esta corriente de análisis: su augurio es que el aumento de la demanda mundial de petróleo descenderá de 1,3 millones de barriles por día este año a 1,1 millones el próximo. La ralentización se producirá a medida que «la última fase del repunte pospandémico se disipa y el avance en la eficiencia energética y la expansión de una flota descarbonizada ganan impulso en China«, dijeron los analistas del banco, dirigidos por Natasha Kaneva, en un análisis de las perspectivas del petróleo para el período 2025-2026.
JP Morgan considera que las materias primas petroquímicas, como el Gas Licuado del Petróleo (GLP), la nafta y el etanol, son los principales vectores del crecimiento de la oferta. Si bien la demanda de combustible para aviones seguirá aumentando, será a menos de la mitad del ritmo marcado durante la recuperación experimentada entre 2022 y 2024.
China, el principal motor de la importación de crudo en los últimos años, está renunciando a su papel de ‘cliente preferente’ a medida que su economía se tambalea
Se espera que China mantenga el liderato del crecimiento de la demanda de petróleo hasta que en 2026 India tome el relevo, momento en que el consumo comenzará a repuntar como resultado de la recuperación industrial en Europa y gran parte de Asia.
La evolución de las cifras indica que China, el principal motor de la importación de crudo en los últimos años, está renunciando a su papel de ‘cliente preferente’ a medida que su economía se tambalea. La demanda estimada del gigante asiático cayó más del 5% interanual en octubre, de acuerdo a los datos compilados por Bloomberg.
BP (la antigua British Petroleum) es un verso suelto en este escenario de predicciones pesimistas para el negocio del crudo. El «alza de la demanda global» continúa «sorprendiendo» a la compañía, según destacó esta semana su director ejecutivo, Murray Auchincloss. Éste agregó que espera un fuerte crecimiento del consumo global en los próximos 5 a 10 años.