La fiscalía ha advertido vulneración de la libertad sindical y el principio de igualdad por parte de MasOrange en el primero de los juicios en la sala de lo social de la Audiencia Nacional, al que se ha enfrentado la operadora este martes. La vista se ha celebrado para resolver la primera de las tres demandas presentada por los sindicatos Unión Sindical Obrera (USO) y CCOO contra la joint venture y que de resolverse a su favor, pueden «tumbar» el ERE propuesto por la empresa a principios del pasado mes de septiembre, por el que se ha acordado la salida de un total de 650 trabajadores.
El sindicato USO ha planteado tres demandas contra la compañía, a las que más tarde se ha unido también el sindicato CCOO. Las primera de las demandas se refiere a la consideración por parte de USO de que la mesa de armonización tras la unión de MásMóvil y Orange se había constituido ilegalmente. Esta es la causa que se ha comenzado a juzgar este martes y ante la que el fiscal ya ha manifestado que entiende que, en efecto, en la manera en la que se representaros los trabajadores de las distintas empresas de ambos grupos de telecos «ve vulneración de la libertad sindical y del principio de igualdad».
las tres demandas contra MasOrange se dirimirán a partir del 21 d enero, cuando se conocerá si la Audiencia Nacional declara nulo el ERE planteado el pasado mes de septiembre
En el juicio el Ministerio Fiscal ha emitido un informe cuyo criterio jurídico da la razón al sindicato USO. El sindicato denunció que la formación de la Mesa de Diálogo y Negociación sobre condiciones laborales y beneficios sociales que podrían ser objeto de armonización en mayo había sido «una emboscada». Según explican, se formó como si la nueva joint venture fuera un grupo laboral, por lo que no había representantes sindicales de cada una de las seis sociedades que la forman.
«Un contrato de joint venture no es un contrato de fusión de empresas, todas las partes mantienen su independencia y autonomía jurídica«, indican en su denuncia ante la Justicia. Y Masorange informó de la existencia de este «grupo laboral» cuando decidió plantear el ERE, no antes. «La jurisprudencia del Tribunal Supremo es clara en cuanto a que una empresa no puede alegar la existencia de un grupo de empresas a efectos laborales de forma tardía o con carácter oportunista si no ha informado previamente de dicha circunstancia», se indica en la denuncia presentada a la que ha tenido acceso MERCA2.
Ante la Audiencia también se ha calificado como «artificial y selectiva» la composición de ese grupo laboral, «elegido a la carta», ya que de las 32 sociedades existentes en MasOrange, «solo identifican a 13 empresas como grupo laboral, y de estas 13 posteriormente eligen a 6 para instar un procedimiento de despido colectivo», por lo que se han visto excluidas empresas como Orange España Servicios de Telemarketing, SAU (“OEST”), Jazzplat España, SLU y Orange Distribución, SAU (“Tiendas Propias”).
USO FUERA DE LAS MESAS
La empresa formó la mesa de armonización precisamente para «armonizar» todos los asuntos que no se hubieran regulado por convenio con todos los sindicatos que contaban con una representación de los trabajadores de más del 10% de la empresa. Para ello, según fuentes conocedoras del proceso, se ampararon en el artículo 87.2 del Estatuto de los Trabajadores, que está definido para negociar convenios colectivos, no para la formación de este tipo de mesas representativas.
Así, USO, que representa al 10% de los trabajadores de Orange, y al 20% en los centros de trabajo de Madrid, no tuvo el representante que le hubiera correspondido si se hubieran seguido los criterios de representatividad de todas las distintas empresas que forman parte de las dos operadoras unidas en MasOrange al 50%.
Tanto en la mesa de armonización como en la posterior mesa formada en septiembre para negociar el ERE faltaría la representación de una de las organizaciones denunciantes
Tanto en la mesa de armonización como en la posterior mesa formada en septiembre para negociar el ERE había miembros de UGT, miembros de Fetico (que representaba a los trabajadores de Más Móvil, y miembros de CCOO, pero al dejar empresas del grupo Orange fuera, no estaba ningún representante de USO. «Si hubiera estado representado, el ERE no se habría aprobado (firmaron su acuerdo los sindicatos UGT y Fetico, pero no CCOO y USO también habría estado en contra)», confirman fuentes relacionadas con el proceso judicial.
Antes incluso de la celebración de este primer juicio se ha conocido un reciente y contundente informe de la Inspección de Trabajo sobre esta cuestión en MasOrange, en el que se indica que la compañía ha actuado de «mala fe» al decir a los representantes sindicales de las distintas empresas independientes que son en realidad un grupo laboral en el momento del tramitar el ERE, por lo que habría ocultado información a los sindicatos.
El informe del Ministerio Fiscal ha sido también «muy clarificador y objetivo» al indicar que la mesa no se constituyo adecuadamente, según explican las fuentes conocedoras del proceso. La Fiscalía se ha pronunciado indicando que «se ha vulnerado el principio de igualdad y la libertad sindical de la formación USO» y que «se debería haber buscado un camino en el que todos salieran beneficiados, porque la opción elegida, (art. 87.2 del E.T.) ha beneficiado a unos sindicatos y ha perjudicado a otro».
En cambio, se podía haber elegido la jurisprudencia ya establecida como guía para la formación de las mesas, USO habría contado con ese representante, «ya que habrían estado representadas fidedignamente las diferentes plantillas, especialmente los/as afiliados/as y plantilla de Orange Espagne, donde USO tiene una representatividad de cerca del 11% a nivel nacional».
La empresa tenía en plantilla en esos momentos unas 2.853 personas, del total de las 4.871 de las 13 empresas. El 58,57% del total de personas de todas estas empresas. La dirección de MasOrange decidió que se representaba en las mesas 13 de las 32 compañías. Así, unas 2.390 personas de Orange en Madrid, donde USO tiene un 20% de representatividad, se quedaron sin representación de su sindicato. «En las mesas ha sido Fetico, un sindicato que no ha sido votado por las plantillas de Orange, el sindicato que ha representado a estas personas sin tener un solo delegado/a elegido/a en todas las empresas de Orange», indican los demandantes.
MASORANGE PODRÍA VER ANULADO EL ERE
Para este pasado martes estaba prevista igualmente la celebración de la vista por la segunda de las demandas, la referida a la también ilegalidad de la constitución de la mesa de negociación del ERE, que presentaría de la misma falta de representatividad que ha denunciado USO desde la formación de la mesa de consolidación. Esta demanda se va a dirimir en la Audiencia Nacional el próximo día 21 de enero, justo cuando está previsto que se celebre el juicio por la tercera de las demandas interpuestas por los sindicatos, en la que se reclama que el acuerdo del ERE se declare nulo.
La sala de lo civil de la Audiencia Nacional ha retrasado la celebración de los tres juicios al mismo día en el que, si finalmente da la razón a los sindicatos en las dos primeras demandas, podría no llegar a celebrarse la vista por la tercera.
si queda sentenciado que con la formación de las mesas representativas se han vulnerado los derechos sindicales que ha indicado la fiscalía en la primera de las vistas, en efecto el ERE puede ser nulo
Según indican las organizaciones demandantes, si queda sentenciado que con la formación de las mesas representativas se han vulnerado los derechos sindicales que ha indicado la fiscalía en la primera de las vistas, en efecto el ERE puede ser nulo y no sería necesario la celebración de la causa por la tercera demanda.
Tanto USO como CCOO tienen claro que si esto ocurre, una vez hubiera sentencia firme pedirían de inmediato la incorporación a sus puesto de trabajo de todos los y las empleadas, un total de 650, que han sido despedidas mediante el ERE. La compañía se vería obligada a reincorporarlas a sus puestos de trabajo, (siempre que los y las trabajadoras así lo quisieran), y a volver a iniciar el proceso de despido colectivo de nuevo con otra estructura sindical en la mesa negociadora.