Muchas personas utilizan esta expresión. ¿Te has encontrado alguna vez respondiendo con algo del estilo “aquí vamos, tirando” cuando alguien te pregunta cómo estás? Este tipo de respuesta refleja lo que se conoce como lamento crónico. Aunque puede parecer una forma inofensiva de comunicarse, quejarse de manera constante puede tener repercusiones significativas en nuestra salud emocional, mental y física.
7¿Por qué nos quejamos tanto? Mecanismos de afrontamiento
Los expertos han señalado que la queja de las personas puede funcionar como un mecanismo de afrontamiento. Al expresar nuestras frustraciones, buscamos liberar la tensión acumulada y, en algunos casos, obtener validación de nuestros sentimientos. Este proceso puede parecer útil, pero se convierte en un ciclo perjudicial cuando la queja se vuelve crónica.
Al quejarnos, a menudo buscamos la aprobación de los demás. Este comportamiento se asemeja a un bucle en el que la insatisfacción se retroalimenta. En la era de las redes sociales, este fenómeno se ha intensificado, ya que las plataformas digitales ofrecen un espacio para compartir quejas y obtener respuestas rápidas de nuestro círculo social. Así, quejarse se transforma en una estrategia de presentación ante los demás, cumpliendo una función adaptativa en la dinámica humana.