Muchas personas utilizan esta expresión. ¿Te has encontrado alguna vez respondiendo con algo del estilo “aquí vamos, tirando” cuando alguien te pregunta cómo estás? Este tipo de respuesta refleja lo que se conoce como lamento crónico. Aunque puede parecer una forma inofensiva de comunicarse, quejarse de manera constante puede tener repercusiones significativas en nuestra salud emocional, mental y física.
2Efectos en la salud emocional en las personas: estrés y ansiedad
Quejarse frecuentemente puede convertirse en un mecanismo de defensa que, aunque momentáneamente alivia la tensión, a largo plazo puede incrementar los niveles de estrés y ansiedad. La repetición de pensamientos negativos refuerza un ciclo de emociones desfavorables, dificultando la capacidad de disfrutar de momentos positivos.
El lamento crónico también afecta nuestras relaciones interpersonales. Las personas que se quejan constantemente pueden alejar a amigos y familiares, quienes pueden sentirse abrumados o incapaces de ayudar. Esto puede llevar a un aislamiento social, alimentando aún más la insatisfacción personal.