La salud bucal es un pilar fundamental en el bienestar general de las personas. Sin embargo, muchas veces se pasa por alto que el cuidado de la boca comienza mucho antes de que los dientes sean visibles. Este proceso inicia en un período crucial conocido como los 1.000 días de oro, que abarca desde la concepción hasta el segundo año de vida. Este lapso incluye los 270 días de gestación y los primeros 730 días postnatales, durante los cuales se establecen las bases para una salud bucal óptima a lo largo de la vida.
9La influencia de la nutrición en el desarrollo dental: desde el vientre materno hasta la infancia
La salud dental de un individuo comienza a formarse mucho antes de nacer. Uno de los factores ambientales más significativos que afecta la expresión del genoma del bebé es la disponibilidad de nutrientes durante el embarazo. Una alimentación deficiente puede tener consecuencias a largo plazo, afectando no solo el crecimiento físico, sino también la salud dental futura.
La restricción de nutrientes en el entorno intrauterino puede alterar las vías metabólicas del feto y modificar sus estructuras biológicas. Cuando el feto enfrenta una falta de nutrientes, su organismo prioriza el uso de estos recursos limitados para funciones vitales, como el desarrollo del cerebro y el corazón, así como la regulación de hormonas como la insulina. Esta adaptación puede resultar en cambios permanentes que aumentan la vulnerabilidad a enfermedades en la vida posterior.