La salud bucal es un pilar fundamental en el bienestar general de las personas. Sin embargo, muchas veces se pasa por alto que el cuidado de la boca comienza mucho antes de que los dientes sean visibles. Este proceso inicia en un período crucial conocido como los 1.000 días de oro, que abarca desde la concepción hasta el segundo año de vida. Este lapso incluye los 270 días de gestación y los primeros 730 días postnatales, durante los cuales se establecen las bases para una salud bucal óptima a lo largo de la vida.
4Consecuencias a largo plazo
Los efectos de una nutrición inadecuada y un entorno desfavorable pueden manifestarse en la infancia y continuar en la edad adulta. Por ejemplo, una mala salud dental en la niñez puede llevar a problemas más graves en la adultez, afectando no solo la calidad de vida, sino también la salud general.
Durante este periodo crítico, ciertos nutrientes y condiciones metabólicas tienen un efecto programador en el crecimiento y desarrollo del niño. Esto incluye:
- Crecimiento físico: la adecuada ingesta de nutrientes promueve un crecimiento saludable y una composición corporal óptima.
- Desarrollo cognitivo: nutrientes esenciales contribuyen al desarrollo del cerebro, lo cual influye en el comportamiento y el aprendizaje.
- Microbiota intestinal: la salud intestinal es fundamental para el sistema inmunológico y puede influir en la salud bucal.