La estrategia de Vodafone España para mantenerse como la tercera teleco del país pasa por poder acceder a clientes de fibra óptica en todo el territorio, librarse de la manera menos dolorosa de su obsoleta red HFC (banda ancha que llega a las casas mediante cable coaxial y no fibra óptica) y renovar sus ofertas comerciales para hacerlas más competitivas y atractivas. Con los acuerdos alcanzados desde esta primavera, Vodafone formará dos nuevas empresas de FiberCo, con Telefónica y con MasOrange, y un acuerdo WholeSale (mayorista) también entre Telefónica y la operadora de Zegona. Cuando las estructuras estén en marcha, Vodafone España tendrá todos sus clientes de banda ancha sobre redes que no va a controlar directamente.
El ciclo que este 2024 se ha creado en España respecto a la unión de esfuerzos empresariales para que las estructuras de fibra óptica le sean rentables a todas las empresas de telecomunicaciones deriva en que una de las principales telecos, Vodafone España, va a tener al final a todos sus clientes de banda ancha fija (de internet) sobre redes que no controlará directamente. Según los expertos de la consultora de telecomunicaciones Nae, esto supone un cambio importante y un ejemplo de hacia dónde camina la industria. La unión hará la fuerza y se evitarán gastos añadidos en infraestructuras, porque estas van a ser compartidas.
Vodafone España, va a tener al final a todos sus clientes de banda ancha fija (de internet) sobre redes que no controlará directamente; esto es un cambio importante y un ejemplo de hacia dónde camina la industria
En efecto, el cambio se está produciendo a pasos agigantados. Ya se ha producido la formación de la compañía conjunta de fibra entre Telefónica y la Vodafone dirigida por su CEO, José Miguel García, que supone aunar 3,4 millones de hogares «pasados por fibra», compañía que estará operativa en el primer semestre de 2025. Solo les faltaría incorporar a un tercer socio que genera una inyección de caja. Y las mismas compañías han renegociado el acuerdo de acceso mayorista de Vodafone al resto de la red de fibra de Telefónica. También se ha firmado el contrato IRU, también para que Masorange pueda utilizar la red de fibra de la antes incumbente Telefónica.
Así, tan solo se está a la espera de que se formalice la cuadratura del círculo con la formación de la compañía, también NetCo, que han anunciado formar MasOrange y Vodafone. Este movimiento de las compañías españolas se va a repetir en otras geografías europeas para fortalecer sus opciones optimizando las inversiones realizadas en las redes instaladas, «lo que nos va a permitir madurar como industria», y sin duda revertirá en modernización y mejora de estructuras de conectividad y mayores opciones comerciales para los consumidores.
VODAFONE SIGUE LA SENDA DE LAS TELECOS EN EUROPA
Lo que consigue la teleco roja en España es «monetizar un activo, su red HFC, para la que en el mercado la situación era complicada, y hacerse con caja, mientras consigue una salida más o menos natural para migrar los clientes a FTTH y desconectar la red de HFC», explican los analistas. El proceso de migración es costoso, porque requiere visita in situ a la casa de los clientes, y eso siempre supone un riesgo comercial. Pero el cierre de esa red suponen un ahorro en costes asociados de mantenimiento energía. Las promociones ac-hoc y el trato al cliente pueden compensar las molestias de la visita comercial.
Vodafone España tiene 2,8 millones de clientes (en el primer trimestre del este año), de los que 2,1 está conectados a la red HFT y 1,6 están ya conectados a la red FTTH (fibra hasta el hogar). Con estos acuerdos Vodafone ha buscado, y encontrado, una solución para proveer de la red más moderna de conectividad a internet a todos los clientes de la red coaxial, obsoleta en el entorno tecnológico competitivo actual.
De los clientes que tiene ya conectados a su propia rede de fibra, «unos 750.000 están la red de fibra en la que había coinvertido junto a Orange en su momento«, indican los analistas, con lo cual comparten cuatro millones de hogares pasados por fibra. Unos 800.000 hogares de Vodafone España estaban en otras redes con acceso de Telefónica.
Así, Vodafone podrá realizar la migración de ese 1,6 millones de usuarios a fibra óptica, aunque eso derive en una situación de no control económico directo de sobre las redes en las que están sus clientes. Sin embargo, esta no es una situación exclusiva de Vodafone. Para los analistas, «Zegona ha ejecutado con gran eficacia su estrategia de monetización y migración de red», con lo que resuelve una cuestión que se antojaba complicada, a la vez que camina junto a sus compañeras de la competencia «hacia la consolidación» del mercado teleco.
Lo que consigue la teleco roja en España es «monetizar un activo, su red HFC, para la que en el mercado la situación era complicada»
Según los expertos, es así como se va a desarrollar el nuevo paradigma de las telecos en España y en Europa. «Los principales operadores por número de clientes están en situaciones muy similares. Incluso Telefónica, el incumbente histórico, cuenta ya con una red de compañías que agrietan o rompen la idea del operador verticalmente integrado».
El caso del que es líder de altas netas, el operador rumano Digi, que en teoría es un nuevo «vertical, con su acuerdo con el operador neutro Onivia ha virado hacia esta nueva manera de sacar a delante el negocio de las telecos y fortalecerlo. Las redes son necesarias, y quienes las ponen deben encumbrarse con las empresas que nos consiguen tener conectados a todos, y dan servicio a tecnológicas como Meta o Google, que no ponen un solo cable en tierra.
Según la consultora Nae, «Telefónica es el único operador grande que conserva el control total de la mayoría de su red FTTH», pero todo apunta a que «la tendencia es que esto cambie. La dualidad entre compañías de servicio y NetCo parece llamada a configurar el sector teleco en toda la Unión Europea en las próximas décadas, pero aún nos queda mucho por madurar para atrapar de verdad las eficiencias que imaginamos».