Han pasado algo más de tres años desde que la hija mayor de Rocío Jurado decidió compartir su desgarradora historia de vida en un testimonio que conmocionó a la audiencia. Aquella serie de entrevistas, conocidas como Rocío, contar la verdad para seguir viva, se convirtió en un auténtico fenómeno social que mantuvo a Rocío Carrasco en boca de todos durante meses. Incluso la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero, se pronunció sobre el valiente testimonio de Carrasco, quien destapó las profundidades de su sufrimiento. Desde entonces, Rocío Carrasco ha optado por un perfil mucho más bajo, alejada de la atención mediática que acaparó en su momento, limitando su presencia pública a contadas ocasiones.
2Se ha pronunciado sobre Alejandra Rubio
Aunque el embarazo de Alejandra Rubio es una ocasión especial, Rocío Carrasco no es muy amiga de las celebraciones tradicionales, como las Navidades. Al ser preguntada sobre sus planes para las festividades, Carrasco no ocultó su indiferencia hacia estas fechas. «No me gustan, lo he dicho siempre. Seguramente las pase como si fueran días normales», confesó, dejando claro que prefiere no involucrarse en las celebraciones festivas. En su lugar, continúa con su vida de forma tranquila y discreta, sin que estas fechas marquen un cambio significativo en su rutina.
La aparición de Rocío Carrasco y sus recientes declaraciones demuestran que, aunque sigue siendo una figura muy conocida y polémica, ella ha encontrado una manera de gestionar su vida de forma mucho más privada y centrada en sus proyectos personales. Sin embargo, su regreso a la primera plana, aunque sea en momentos puntuales, sigue generando una gran expectación, sobre todo cuando se trata de temas tan delicados y personales como su relación con figuras públicas y familiares cercanos. A medida que avancen sus proyectos profesionales, y especialmente cuando su documental sobre Rocío Jurado vea la luz, no cabe duda de que Rocío Carrasco continuará siendo una de las figuras más mediáticas del momento, aunque con un perfil más bajo y una vida mucho más reservada.