Existen muchos mitos y realidades sobre los perros y el síndrome de down. La curiosidad sobre el mundo animal a menudo nos lleva a cuestionar y explorar conceptos que, aunque parezcan plausibles, pueden no tener fundamento científico. Uno de estos temas es la idea de que los perros pueden padecer del síndrome de down, una condición genética que afecta a los humanos. Pero, ¿es esto realmente posible? En este artículo, nos adentraremos en la relación entre los perros y el síndrome de down, desmitificando creencias erróneas y explicando por qué estos adorables compañeros no pueden presentar esta condición.
14Síntomas de la hidrocefalia congénita

Los signos clínicos de hidrocefalia en perros pueden variar, pero algunos de los más comunes incluyen:
- Comportamientos anormales: los perros afectados pueden presentar cambios en su comportamiento, como agresividad o apatía.
- Problemas de coordinación: la falta de control motor puede llevar a dificultades para caminar o mantener el equilibrio.
- Convulsiones: en casos severos, los perros pueden experimentar convulsiones, lo que indica una presión intracraneal elevada.
- Tamaño de la cabeza: una cabeza desproporcionadamente grande puede ser un signo visible de hidrocefalia, especialmente en cachorros.
Si notas cualquier comportamiento anormal en tu perro, especialmente si es un cachorro, es fundamental que acudas al veterinario. Un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en el tratamiento y manejo de la hidrocefalia. Los veterinarios pueden realizar una serie de pruebas, incluyendo ecografías y resonancias magnéticas, para confirmar la presencia de esta condición.