En el mundo de la tecnología Apple, donde cada año el avance es extraordinario y notorio, la obsolescencia programada se ha convertido en una realidad palpable para los usuarios de dispositivos electrónicos. En este contexto, el iPhone XS Max, lanzado el 12 septiembre de 2018, ha sido catalogado por Apple como un dispositivo vintage en el presente 2024. Este término, que para muchos puede sonar únicamente como una etiqueta nostálgica, conlleva implicaciones significativas relacionadas con el soporte, la disponibilidad de piezas y la experiencia del usuario.
El iPhone XS Max se destacó desde su lanzamiento por sus características premium y su rendimiento superior, lo que le valió una base de usuarios leal. Sin embargo, ya pasados seis años desde su salida al mercado, su inclusión en la categoría de dispositivos vintage plantea un ciclo de vida mucho más cercano a su fin que a su inicio.
3IMPACTO EN EL SOPORTE Y LAS POCAS VÍAS DE REPARACIÓN
Apple ya no ofrecerá servicios de reparación para los dispositivos vintage, y aunque puedan existir piezas de repuesto, su disponibilidad no está garantizada. Esto significa que, en caso de que un usuario necesite una reparación, podría verse obligado a recurrir a servicios no autorizados, lo que puede llevar a reparaciones de menor calidad o a la pérdida de ciertos componentes debido a la falta de piezas originales.
La reparabilidad es un factor clave en la sostenibilidad y utilidad de los dispositivos electrónicos, y con la inminente falta de soporte de Apple, los usuarios deben tener en cuenta si seguir utilizando un iPhone XS Max es una decisión prudente. En lugar de invertir en reparaciones costosas para un dispositivo considerado vintage, muchos optan por la actualización, con un soporte oficial por parte de Apple.