domingo, 17 noviembre 2024

Las renovables prosperarán pese a todas las piedras que Trump ponga en el camino

Donald Trump volverá al despacho oval de Washington y con él, el relativismo climático y el fin del apoyo estatal a las energías renovables. Sin embargo, los analistas de Schroders recuerdan que la política no es el único motor de la transición energética y ningún recorte, por severo que sea, podrá detener su avance.

David Boyce, CEO para Norteamérica de Schroders Greencoat y Alex Monk, gestor de acciones de recursos globales de Schroders, han emitido un análisis conjunto que concluye que las fuentes ‘verdes’ se sostendrán gracias a su propia rentabilidad y atractivo inversor, sin importar la discriminación a la que sean sometidas por la nueva Administración estadounidense.

«Durante los últimos 15 años, el coste de generar energía a partir de energía eólica y solar se ha desplomado y ahora compite cara a cara con los costes variables de producir energía a partir de combustibles fósiles» -considera Boyce- «Desde una perspectiva de costes para los servicios públicos, las energías renovables se han convertido en una necesidad».

MARGINAR A LAS RENOVABLES ES PONERLE PUERTAS AL CAMPO

Monk, por su parte, subraya que las energías renovables están más allá de cualquier política y de cualquier Estado, constituyéndose como un mercado global.

«EEUU no es el único mercado para las empresas de este espacio» -recuerda- «Siempre hemos enfatizado que los impulsores a largo plazo de la transición energética global son tres: mejorar los costes y las tecnologías; la creciente demanda de consumidores y empresas de bienes y servicios energéticos sostenibles; y el apoyo político a largo plazo».

En este contexto, «si bien el cambiante panorama político estadounidense es indudablemente de poca ayuda, no debería restar atención a la fuerza que tienen otros impulsores que alientan la inversión en esta temática», considera.

LA LEY CLIMÁTICA ESTADOUNIDENSE ES ‘A PRUEBA DE TRUMPS’

El presidente electo Donald Trump ha insinuado que quiere poner fin al apoyo económico a la industria de la energía limpia, pero puede tener dificultades para eliminar unilateralmente la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés). «Poner fin a los incentivos fiscales a las fuentes de generación renovable requeriría el apoyo del Congreso de los EEUU, que el nuevo presidente tal vez no pueda obtener dado el amplio estímulo económico que ha producido el IRA», explica Boyce.

Basándose en sus registros de datos sobre proyectos de energía verde, Schroders calcula que más del 50% de los nuevos empleos y gastos de capital se han anunciado en estados de tendencia republicana, en comparación con el 20% que se han producido en estados de tendencia demócrata desde la aprobación del IRA.

«Aun así, es posible una desaceleración de la transición a la energía limpia, ya que el presidente Trump podría obstaculizar la ley climática a través de acciones ejecutivas, como endurecer las reglas sobre la calificación para créditos fiscales o congelar la implementación de subvenciones y préstamos para proyectos de energía verde», estima el CEO de Schroders Norteamérica.

«Trump podría obstaculizar la ley climática a través de acciones ejecutivas, como endurecer las reglas sobre la calificación para créditos fiscales o congelar la implementación de subvenciones»

David Boyce, CEO para Norteamérica de Schroders Greencoat

El presidente Trump también podría recuperar la sección F, que reclasificaría el papel de miles de empleados federales» -continúa- «Al hacerlo, Trump podría ganar mucha influencia sobre el personal de instituciones políticas clave como la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), así que estas áreas del gobierno serían particularmente vulnerables a mayores recortes.

Monk concede que es probable que las políticas de la administración Trump sean más inflacionarias. El jefe de recursos globales de Schroders opina que los costes son un importante impulsor tanto para el desarrollo de proyectos de energía sostenible, como para la demanda de bienes de energía limpia por parte de los consumidores. «Por lo tanto, el potencial de que se produzca una reducción de la inversión, retrasos en los proyectos en curso y una adopción más lenta de lo esperado por parte de los consumidores de tecnologías clave como vehículos eléctricos, energía solar en los tejados y bombas de calor está sin duda en cierto riesgo», estima.

Ambos expertos concluyen que «si bien el resultado de una barrida republicana crea incertidumbre a corto plazo desde una perspectiva política, creemos que el riesgo de una derogación total de iniciativas clave, como la Ley de Reducción de la Inflación, es bajo».


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