Hoy por hoy para nadie es un secreto que la inteligencia artificial (IA) ha sido la protagonista principal de una gran explosión tecnológica a partir de la llegada de ChatGPT, el chatbot de OpenAI. A pesar de que esta tecnología ya existía, fue con la aparición de esta herramienta que se popularizó a nivel global, gracias a que se trata del primer servicio que puso a disposición de los usuarios todas las posibilidades que brinda la IA, de forma gratuita y accesible para todos.
Esto ha provocado que las compañías tecnológicas más destacadas hayan empezado a poner en marcha sus propios modelos de inteligencia artificial, y que diferentes desarrolladores se animen a crear herramientas similares a ChatGPT, pero con más posibilidades a bordo y menos límites que el chatbot de OpenAI. Bajo este panorama, ha surgido justamente WormGPT, el «hermano maligno» de ChatGPT.
2Una alternativa libre de restricciones
A diferencia de otras plataformas similares (como la propia ChatGPT), WormGPT ha sido diseñada para que no tenga restricciones, por lo que la imaginación de quien la usa se convierte en el único límite existente. Por esto mismo, la propia compañía desarrolladora recomienda conectarse a esta herramienta desde el navegador Tor y emplear una VPN 100 % privada.
Aunque a todas luces se sabe que esta herramienta directa o indirectamente promueve su uso para actividades cuestionables (como averiguar de qué forma crear un virus informático, por ejemplo), en su página web los creadores se lavan las manos aclarando que no toleran ni recomiendan actividades delictivas con WormGPT y que cada usuario es responsable de los resultados del uso de esta aplicación. Un poco irónico, ¿no crees?