viernes, 15 noviembre 2024

¿Qué tipos de papel utilizar para imprimir tus fotos?

Imprimir fotos puede ser una forma de cultivar una afición, conservar un recuerdo o hacer un regalo especial a alguien. Sin embargo, sea cual sea el caso, el tipo de papel elegido desempeña un papel fundamental a la hora de definir el proyecto y hacerlo estéticamente perfecto.
Encontrar el soporte adecuado, es decir, el tipo de papel en el que imprimir fotos, es por tanto un paso fundamental si quieres conseguir un resultado satisfactorio y de calidad.

En este artículo, te ofrecemos una breve guía sobre cuáles son los distintos tipos de papel que existen actualmente en el mercado, en qué se diferencian unos de otros y cuáles debes utilizar para realzar el contenido que deseas imprimir.

Gramaje

La primera característica que hay que conocer del papel de impresión fotográfica es su gramaje. Éste define su densidad, es decir, mide la relación entre su peso real y su superficie, y generalmente se mide en gramos por metro cuadrado.
El gramaje del papel utilizado para imprimir fotos e imágenes puede variar desde 80 gramos (papel muy ligero típico de las resmas de fotocopias), hasta 400 gramos (cartón muy rígido).

En función de la elección, habrá un diferente grado de durabilidad, resistencia, consistencia al tacto y grado de transparencia, pero también una diferente absorción y difusión de la tinta y, por último, diferentes costes de producción. Huelga decir que la elección del gramaje adecuado es fundamental para obtener una impresión de excelente calidad, evitando el riesgo de recibir un producto que no responda a las necesidades y deseos de cada uno.

En términos generales, podemos decir que el papel de 90 g/m2, al ser extremadamente ligero, es ideal para impresiones cotidianas o impresiones textuales (por ejemplo, las páginas interiores de los libros), mientras que los gramajes de 130 g/m2y 170 g/m2 son adecuados para reproducir imágenes en color con garantía de una excelente reproducción cromática.
Luego están los de entre 200 y 300 g/m², característicos de la impresión fotográfica profesional, que garantizan resistencia y durabilidad, así como una excelente calidad, y se eligen para proyectos gráficos, obras artísticas e impresiones de muy alta definición. Por último, los gramajes superiores a 350 g/m², al ser muy rígidos, pueden utilizarse eficazmente en la impresión de carteles y ampliaciones.

Espesor

A menudo confundido con el gramaje , el grosor del papel utilizado para imprimir fotos es en realidad un valor en sí mismo que indica la rigidez y consistencia del papel.
Aunque en general es cierto que cuanto mayor es el gramaje, más grueso y resistente es el papel, no es menos cierto que no siempre es así: el grosor de la hoja también puede variar en función del tipo de papel y de otros factores, como el tipo de procesado, la cantidad de fibra de madera y la presencia o ausencia de sustancias dentro de la mezcla de papel.

Por eso, además del gramaje, siempre es aconsejable evaluar el grosor del papel para imprimir fotos, para no llevarse sorpresas.

Formatos

Además del gramaje y el grosor, si quieres imprimir fotos de forma impecable, otro factor a tener en cuenta es el formato del papel.

Existe una norma específica (ISO 216:2017) que lo regula en Europa y divide todos los tamaños de papel en tres categorías, A, B y C.

La primera, que es también la más común y extendida, sobre todo en fotografía, parte del formato básico A0 (superficie de 1 metro cuadrado, 841 x 1189 mm) y luego define todos los demás (A1, A2, A3, etc.) dividiendo el anterior por la mitad en el lado largo.

La categoría B, que sigue el mismo principio de progresión, se utiliza principalmente en la edición o para grandes carteles, es decir, para imprimir fotos que superan los tamaños estándar. Esto se debe a que las hojas de la serie B son ligeramente más grandes que las de la serie A, ya que el tamaño inicial básico B0 es de 1000 x 1414 mm.

Por último, está la categoría C, que, sin embargo, está diseñada casi exclusivamente para sobres.

Acabados

Lo último que hay que tener en cuenta al elegir el papel es el acabado. Hay muchos tipos en el mercado, pero la principal elección es entre papel brillante, mate o satinado.

El papel brillante es ideal para los colores vivos y brillantes, pero en cambio es inadecuado para las fotos extremadamente luminosas (para evitar reflejos en la imagen) o que se manipulan constantemente, ya que es propenso a dejar huellas visibles.

El papel mate, que no refleja la luz, es perfecto para impresiones en blanco y negro o para conservar el recuerdo de momentos importantes como bodas y aniversarios. Por último, el papel fotográfico satinado, muy similar al brillante, es resistente a las huellas dactilares y está libre de posibles reflejos, por lo que es una opción aconsejable para impresiones vintage y retratos.

Además, existen otros acabados y tipos, como el papel estucado (con una superficie lisa y brillante), el papel ecológico y reciclado y todos los nuevos papeles especiales, que cuentan con procesados especiales como laminaciones y efectos visuales originales.


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