La noticia de la separación de Carlota Corredera y Carlos de la Maza, anunciada el 26 de octubre, ha conmocionado al público. Tras 11 años de matrimonio, la presentadora y su esposo decidieron poner fin a su relación. Esta ruptura, calificada como una de las más impactantes del panorama mediático español reciente, ha puesto en el foco la historia de una relación seguida de cerca por la audiencia.
1Un compromiso con el bienestar de su hija
La pareja comparte una hija de 9 años, Alba, y desde el primer momento, Carlota y Carlos han manifestado su prioridad: proteger el bienestar emocional y la privacidad de su hija. En su comunicado a través de redes sociales, Carlota fue clara y directa: “Carlos y yo ya no somos pareja, pero siempre seremos familia. Nuestra prioridad es el bienestar de nuestra hija, menor de edad, por lo que pedimos el máximo respeto y protección para ella en estos momentos tan delicados”.
Con estas palabras, Carlota dejó en claro la importancia de proteger a su hija de cualquier tipo de exposición mediática innecesaria. Sin embargo, evitó ofrecer detalles sobre las razones de la ruptura, mostrando una postura prudente y respetuosa ante la situación familiar.
Días después de anunciar la separación, Carlota reapareció públicamente en la presentación del libro de Lydia Lozano, «La venganza de la llorona», un evento celebrado en Madrid. En este contexto, la presentadora se mostró abierta sobre su situación actual, describiendo el momento que vive como un proceso de adaptación emocionalmente complejo.
“He estado mejor”, admitió Carlota, sin intentar disimular las dificultades que enfrenta. Explicó que, a pesar de la complejidad emocional de este momento, tanto ella como Carlos están enfocados en mantener una relación cordial y saludable por el bien de su hija. Ambos han dejado claro que el bienestar de Alba es su máxima prioridad, y han mostrado su compromiso de colaboración en todo momento.
Durante el evento, Carlota habló de cómo está enfrentando esta nueva etapa en su vida. “Ahí estoy, intentando remontar el vuelo, intentando hacerme a esta nueva situación”, confesó la presentadora. A pesar de las dificultades inherentes a un cambio tan significativo, su objetivo es mantener la unidad familiar en la medida de lo posible, asegurando que tanto ella como Carlos están centrados en que su hija se sienta lo más cómoda y segura posible.
Para Carlota, esta etapa es un proceso de aprendizaje y adaptación. Aunque la separación ha traído consigo una gran carga emocional, la presentadora mantiene el foco en el futuro. Su voluntad es mantener un ambiente de respeto y cuidado para su hija, una misión que comparte con su exesposo.